Muchos se extrañan por el supuesto éxito del socialismo, que no es tal, después que su filosofía haya consumido en la miseria a tantas generaciones alrededor del mundo. Capítulo aparte se merecen antiguos líderes de esa izquierda (F. González, O. Palme, etc…) no radical, de mandatos con plena democracia y alternancia en el poder. Nos referimos, sin embargo, a aquellos sujetos que vendieron a perpetuidad el cuento de una prosperidad a cargo del Estado, materializada exclusivamente para ellos, y el empobrecimiento generalizado de sus pueblos bajo el imperio de la fuerza.
Ha sido evidente, refiriéndonos a sus cabecillas en América Latina, que mientras no llegaron a ser gobierno esquivaron toda estigmatización vinculante al socialismo (marxismo-leninismo) a través de autocalificativos políticamente correctos como el de progresistas e incluso humanistas. Claro, todos queremos progresar y faltarle al ser humano significaría repudiar la mismísima civilización. La reconversión se manifiesta paulatinamente desde el momento que capturan el poder y comienzan a abrazar con denodado fervor todo aquello que calificaban de infamias antes de constituirse en gobierno.
La historia se repetirá una y otra vez, y continuará siendo la gran preocupación de sociedades racionales, pero poco dirimentes en las urnas, hasta que los foros de pensamiento y opinión pública logren que sus electorados tengan la “capacidad para soportar la verdad”*, desechando los personalismos públicos y forzando el establecimiento del imperio de la ley.
* Friedrich Nietzsche
no hay duda que en Ecuador hay un 33% de ecuatorianos que se inclinan POR MANTENER LA CORRUPCIÓN, pero es cierto que solo buscan ES APROVECHARSE DE ELLLA
Y hasta Europa que hasta hace poco exhibía con orgullo su éxito socialista, está perdiendo competitividad una vez terminado el empujón del plan Marshal.
En realidad no es cuestión de ideología, las cosas son sencillas, hay dos grupos de personas, los que trabajan, y producen, por el otro lado están los vagos parásitos que utilizan al «estado» para explotar a sus víctimas, la derecha asfixia pero no mata, en cambio la izquierda al acumular un destilado de engendros, acaba matando al conjunto. La única solución es reemplazar poco a poco el estado corrupto por medios digitales.
.La independencia no es un derecho, es un privilegio que corresponde a una minoría
Siempre nos encontramos subyugados a los valores y tendencias de la sociedad en la que vivimos.
Para guiando una análisis de la maravillosa derecha y el capitalismo, sería bueno un análisis del maravilloso Ecuador antes de los 14 años del Correismo, porque la población añora esos tiempos de bonanza, de desarrollo, de crecimiento del país.