El Derecho penal sin proceso penal es como una afilada hoja de afeitar sin mango y a su vez el proceso penal sin el Derecho penal es un mango sin hoja.
Así funciona nuestro sistema penal , en forma desarticulada , no sistémica , no integral , los jueces por un lado, los fiscales y la policía por otro y el Consejo de la Judicatura por otro. El sistema penal ecuatoriano a pesar de la vigencia del COIP y sus reformas adolece de una aplicación completa, es decir ,el Estado adolece de políticas públicas.
En otras palabras, el Derecho Penal y el Derecho procesal deben ir cohesionados de manera coordinada y proporcional al avance de los tiempos y de la realidades de los delitos que se tipifican en las leyes o reformas y del sistema carcelario , no solo con mejoras en infraestructura carcelaria o estados de emergencia o excepción ,sino con rehabilitación del recluso, porque caso contrario, todas las garantías y los buenos propósitos previstos en nuestra Constitución se van a pique y la delincuencia común y de cuello blanco se imponen al incipiente manejo y control del poder punitivo del Estado generando más impunidad , corrupción y muertes innecesarias