21 noviembre, 2024

“Cuando el destino nos alcance”

Fue una película de 1973 que proyectaba a la ciudad de New York en el 2022 con más de 40 millones de habitantes, físicamente segregada entre una élite con acceso a lujos gracias al control político y económico y una mayoría marginada a su supervivencia. La trama escenificaba el hacinamiento humano, la contaminación ambiental y el calentamiento global producidos por la industrialización del siglo XX.

La disociación evidenciada en el Ecuador de hoy entre sus élites político económicas y la gran masa de votantes no es una obra cinematográfica. El boom petrolero de hace casi 50 años incrementó nuestro crecimiento económico, disparó la inflación producto del endeudamiento agresivo, redujo la capacidad adquisitiva de los contribuyentes, incrementó el desempleo y contribuyó al estallido de la gran crisis económica que desembocó en la sucretización de la deuda externa privada de 1982. Esta fue la primera oportunidad en que los recursos del Estado, en plena vigencia democrática moderna, se aprovecharon para fondear el bolsillo de algunos actores con escasa o ninguna injerencia en el desarrollo productivo del país. El segundo auge petrolero, durante el Gobierno Correa, sirvió igualmente para enriquecer a una nueva casta política a expensas del empobrecimiento del país.

Estamos en los albores de un gran estallido social, contenido por las expectativas de un nuevo líder que sepa conducirnos en medio de la sozobra y un casi inexistente margen de error. Hemos llegado a nuestro destino y no es ciencia ficción. ¿Y ahora?

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CONVERSATORIO CON LA PRENSA DE GUAYAQUIL

Ha sido desde siempre que el ser humano ha querido llevar una cuenta sistemática del tiempo para referirse a sus actividades. Los calendarios existen para medir las actividades humanas, y no al tiempo mismo, que según muchos entendemos no existe, así como tampoco existe el espacio, sino la unidad de medida que creamos como referente a la finita y limitada capacidad corpórea que aprisiona nuestra también limitada capacidad de entendimiento. Lo que digo nos acerca un poco a entender el concepto de lo infinito, que es algo que no tiene ni presente, ni futuro ni dimensiones tangibles. El infinito es un todo. Es, simplemente, un solo instante. Para no volvernos locos con este pensamiento, los humanos vivimos siempre en un ayer, un ahora y un mañana que hace referencia a la medianoche de cada día.

Y es así que dentro de nuestras limitaciones biológicas y física, saliendo de lo eso que va más allá, que es la metafísica, nos topamos con el Año Nuevo, que es una fiesta en la que se pacta el cierre de un anillo, definido con los rítmicos movimientos de los astros. Por eso nos embriagamos, encendemos fuego real o en artificios, nos abrazamos y volvemos a lo mismo, es decir a iniciar otra vez lo mismo. Así una y otra vez, hasta que morimos y ya el calendario no cuenta, aunque el tiempo sigue impertérrito e imperturbable viendo desfilar ante sí a miles de millones de humanos y gusanos.

Incremento lógico

Para todos los ciudadanos pensantes era lógico que al cambiar las leyes dando mayores facilidades a los ladrones para el cometimiento de sus actos delictivos, esos hechos se incrementarían. Las cifras lo han confirmado con el número de denuncias presentadas en las comisarías.

Algún burócrata defensor de los delincuentes ya salió al paso de esas cifras para indicar que no se trata de un incremento, sino que como han pasado de la fiscalía a las comisarías, se trata de una simple transferencia de jurisdicción. No es así, pues a pesar de que, en efecto, algunas de las denuncias presentadas en las comisarías se habrían presentado en la fiscalía, el número neto sí se ha incrementado. ¿Y qué se podría esperar si el mismo Estado, a través de sus funciones ejecutiva y legislativa, está fomentando el delito?

3 comentarios

  1. Los agoreros del desastre, viejotes y creyendo en cucos, Ecuador salió adelante en el 99 cua do los banqueros y Lasso crearon el feriado bancario, y ahí fuimos Venezuela y emigraron 2 millones 500 mil ecuatorianos. Ya el pueblo no come esos cuentos de miedo.

    1. A Guamán deben pagarle para que opine de la manera que lo hace. No tiene idea de nuestra historia reciente, por eso acusa a Lasso como partícipe del feriado bancario.
      Guamán destila correismo en cada poro y repite la desgastada cantaleta de los SSXXI, me sorprende que no metió al neo liberalismo, pero en algún momento lo hará.
      ¡La libertad de expresión nos permite conocer y evaluar la «inteligencia» de los descerebrados!

    2. No se cuanto te pagan Guamàn por escribir en defensa de tu amo. Si tanto pregonas por el feriado bancario, te has preguntado, porquè tu amo Correa y la roboluciòn, en estos 14 años no han logrado llevar a la cárcel a Laso????

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