En el 2008, la Honorable Junta de Beneficencia de Guayaquil, consciente de la obligación de servir a los ciudadanos y a la Patria, comenzó a atender, cómo era su obligación, a los pacientes que le derivaban, ya sea del IESS o del MSP, para asegurar el plan del Gobierno, de Salud gratuita para todos.
El cálculo del costo de atención, de acuerdo con nuestros costos, era un poco superior, pero al ser atención para el pueblo, la Junta, que normalmente venia atendiendo a la gente pobre, con descuentos especiales, aceptó.
Hubo (como siempre hay) avivatos que buscaban ganar por la izquierda en algunas Clínicas y otros centros de atención, pero la Junta, fiel a su tradición, respetó el tarifario impuesto.
Los problemas se iniciaron cuando comenzaron los cobros de las atenciones. El Gobierno no había contratado personal de auditores para revisar las cuentas y ante el problema de los avivatos, empezó a retrasarse en los pagos. Luego de unos meses el Gobierno “decidió” bajar en un 30% el pago, con lo cual, la Junta ya perdía mucho más de lo que estaba acostumbrada a perder, por los subsidios. No contento con eso, el Gobierno bajó en un 15% más el pago por las atenciones. Pese a todo, la Junta, fiel a su tradición de servicio, continuó haciéndolo y enfrentamos otro problema más: Para poder dar la atención adecuada, hubo que contratar más personal, y añadir además una nueva fila de empleados, los auditores, para poder presentar las facturas para cobrar.
Algunas Clínicas comenzaron a intentar conseguir que les deriven más pacientes (para ganar por volumen) y los pacientes que se derivaban a la Junta, empezaron a disminuir, porque la Junta no trabaja con coimas.
Esto derivó al tercer problema, el que agravó aún más la situación: Hubo que despedir personal (con el costo del despido) y, para poder pagar los salarios endeudarnos porque no había con qué pagar.)
Es decir que, además de que lo que pagaban era menos de lo que nos costaba, teníamos menos pacientes y encima había que pagar intereses, para poder pagar salarios, medicinas, etc.
Esta es la dura situación, que creo necesario que se sepa, para comprender las dificultades de la Institución.