Como es la “¿nueva normalidad”? Que, en realidad es, “nefasta anormalidad”, que destruye a la familia creyente prohibiendo decir madre, padre, hermana…, los hijos pequeños por sobre la autoridad de sus padres se cambien de sexo, etc., Ingresando al libertinaje aberrante y esclavizante de lo promiscuo y las drogas. Un PCCH que controla a un senil que se olvida de todo, menos, “de servirles” y por decreto prohibió decir “virus-chino”.
Científicos y un Premio Nobel dijeron que era de laboratorio, pero la culpa es del ¿pobre murciélago? Un organismo encubridor dejando su propagación, prohibió el cierre de fronteras, realizar ¿autopsias?, claves para conocer sus efectos dañinos, en Italia y Rusia las hicieron y descubrieron sus “reales-efectos”; imponen una vacuna que ¿no es vacuna y carnet y pasaporte biológico?, etc. El PCCH elimina la libertad de culto e impone su esclavizante ideología a budistas, uigures, tibetanos, católicos y cristianos con el silencio de sus autoridades. Las malas lenguas dicen que, “estarían escribiendo la Biblia bajo su doctrina”. En occidente el bicho ha destruido pequeños y grandes negocios y empresas y diezma a la familia. Y autoridades camaradas les hacen el juego, ¿pura coincidencia que, en las fiestas paganas de Carnaval 2020 y 2021 hubo cero o poquísima restricción? Y luego, ¿en la Sagrada Semana Santa amordazan la libertad de culto y la Palabra de Jesús para millones de creyentes? Virus antidemocrático que hizo el milagro de 80 millones de votos por correo o internet y produjeran el gran “F” que mandó trapeando a un “presiente creyente y en contra del aborto”.
El corrupto CNE a sus anchas sin delegados políticos e ¿impidiendo con grandes colas que el Pueblo se pronuncie y rechace? ¿Prepara golpe artero el 11A? Y las malas lenguas dicen que, ¿las élites capitalistas-comunistas, sacaron al conservador Benedicto XVI? ¿Casualidad?
Y que decir de la misantropía en la que caen ciertos ecologistas y ambientalistas que quieren conservar el planeta para que sus amados tiburones, cocodrilos, caimanes y demás fieras que no solo compiten con el ser humano por comida sino que se alimentan con ellos.
Me faltó terminar: «sean felices»