El optimismo generado por la victoria de la libertad supera con creces los titánicos retos que el nuevo régimen enfrentará a partir del 24-M. El gran desafío macro está regido por el establecimiento de políticas de Estado tendientes a producir un sistémico y acelerado crecimiento ecónomico dentro de un contexto de profunda institucionalidad.
La generación de una única plaza de empleo precisa una inversión aproximada de $20,000. Es decir, se requerirá mantener por 4 años una inversión anual 10 veces mayor a la recibida en 2020 para cumplir con la promesa de campaña (2 millones de empleos) y aquello no se logrará sin someter al país a una sistemática y agresiva apertura de su economía. La proyectada eliminación gradual del ISD* atentaría contra el principio antes mencionado al plantear una consecuente expectativa de inversión progresiva, pero en medidos tramos, cuando se demanda que la misma se mantenga en fase explosiva a lo largo del próximo periodo presidencial. Por ende, su derogación absoluta e inmediata debe ser prioridad. El mantenimiento de estímulos fiscales, la imposición de un mínimo y universal arancel, la reducción y supresión de impuestos, entre otros, coadyuvarán con dichos propósitos siempre que se logre instaurar un ejemplar sistema de seguridad jurídica.
El futuro de nuestro país nunca tuvo una perspectiva tan lúgubre hasta que derrotamos al SSXXI en las urnas y en el CNE. La mesa está ahora servida para un duelo sin cuartel contra el estatismo y la corrupción enquistada en el sector público.
*Impuesto a la Salida de Divisas
Sin lugar a dudas las luchas serán Titánicas, pero el es un Administrador de crisis, tiene todos y cada uno de los elementos teóricos para la receta del éxito, le falta algo importante el apoyo Político de la Asamblea y en esa cancha puede cascabelear. DIOS lo ayude y salve a la Nación