“Cada vez que tomas una decisión, cambias el futuro”.
“La mejor forma de predecir el futuro es creándolo”.
“El futuro de la humanidad está en el progreso de la razón a través de la ciencia.”
Vivimos en la década del 2020 a 2030, tiempos de mucha incertidumbre entre lo que nos acontece cada día, y todo lo que nos llega por varios medios de información de lo que planean y ejecutan los líderes mundiales para esta década en el mundo.
En estos tiempos presentes, condicionados por la pandemia mundial del Covid 19, lo primero que nos afecta es como protegernos ante todos los tratamientos y vacunaciones. Cofundidos además no solo por las informaciones de todo tipo sobre las mismas, que nos crean mucha incertidumbre e inquietud para tomar decisiones que, según cada país, están enmarcadas por la problemática situación y limitaciones de cada uno.
Estamos no solo limitados y controlados en nuestra libertad de movilidad, no solo para viajar a otros países, sino también dentro de nuestros límites patrios y, en algunos casos, entre zonas o barrios de nuestras ciudades.
Condicionados con máscaras de todo tipo y limitaciones de desplazamiento, con las marcaciones de distancias de seguridad, los cierres de variados negocios , al igual que otras actividades educativas, artísticas, culturales, deportivas, turísticas, etc. Con un desempleo muy grande y grave, al igual que las quiebras económicas y cierres de diversas empresas, negocios y de otras actividades en todos los niveles.
Todo esto nos lleva a preguntarnos qué futuro nos espera, ¿cómo podemos planificar nuestras vidas y actividades para obtener ingresos que nos permitan superar la crisis y proyectar nuestro futuro en el marco de una situación que no controlamos y que tampoco nos define un camino y un tiempo para encaminarnos?
Aquí comenzamos a preguntarnos si es que de alguna forma somos esclavos, sin poder planificar y proyectar nuestras vidas ni nuestro futuro.
Dependemos de los poderes de los políticos, las autoridades sanitarias, los gobiernos, los sistemas de salud, los descubrimientos y los procesos de los medicamentos, vacunas y tratamientos que nos encaminen a la recuperación y la normalidad de nuestras vidas.
Todos, aunque no nos contagiemos del virus, estamos afectados en nuestras vidas por los encierros, la crisis económica y la incertidumbre en todos los campos.
Algunos vuelven a la fe y la religión, para encontrar, atenuar y superar los temores, angustias, incertidumbres, inseguridad, en el amor de Dios. Esto tiene también una lectura y reflexión, nos volvemos más humildes, menos soberbios, prepotentes y volvemos a visualizar la realidad, y a entender que en Dios está nuestra salvación en el sentido más amplio de nuestras vidas y a recuperar, y esto es muy importante, nuestras libertades..