22 noviembre, 2024

El inicio de clases… retos y desafíos

He leído en la información que proporciona el Ministerio de Educación que más de dos millones cuatrocientos mil estudiantes iniciaron este último 7 de mayo el año lectivo correspondiente a la región Costa-Galápagos. Estas cifras deben corresponder a la mitad de los niños y jóvenes que en edad escolar y colegial están en nuestras instituciones sean fiscales, privadas, fiscomisionales y municipales, pues el resto iniciará con la región sierra y oriente.

Grandes retos han de darse desde el inicio, pues las clases ni pensarlo podrán ser presenciales. Este año muy difícilmente se dejará lo virtual y con suerte será en el año 2022 cuando suponemos tendremos ya la posibilidad de ir recuperando la antigua costumbre de la presencialidad. En todo caso, iniciamos con una cobertura deficitaria de internet sobre todo en el campo y en la periferia de las grandes urbes, con una situación económica precaria que impide la compra de computadoras o de teléfonos de última generación, y la percepción social de que los niños y jóvenes no aprenden. Adicionalmente la pandemia -con sus nuevas variantes virales- tampoco nos permite pensar en un retorno pues las vacunas, siendo muy importantes no solucionan necesariamente el problema del contagio y por si fuera poco solo los docentes estarían -de acuerdo a informes del Ministerio de Salud- protegidos, mientras que los niños no son vacunados y recién laboratorios como el de Pfizer están hablando de la posibilidad de tener en el siguiente año una vacuna para los menores.

El Ministerio en su página web anuncia que tiene un portal educativo para ayudar a los docentes y estudiantes, que hay más de mil radios rurales-comunitarias que apoyan sus programas, que tienen 160 canales de televisión trabajando y que por si no es posible contar con la tecnología han desarrollado unas “fichas pedagógicas” de gran ayuda. Definitivamente “lo bueno es enemigo de lo óptimo” y algo hay que hacer para impulsar los aprendizajes que deben tener nuestros chicos y chicas para el futuro…

Aparte de todo lo anterior cambiamos de gobierno y por supuesto de Ministra de Educación. Ya sabemos quién es y la polémica de los primeros días en ocasión del nombramiento parece haber amainado en redes sociales. El Presidente Electo ha pedido tolerancia y muchos han aplaudido la designación, otros se oponen ciertamente. Para quienes dirigirán este ente que rige la educación ecuatoriana les quedará enormes retos y desafíos que muy difícilmente podrán manejarlos si los políticos siguen dictando los parámetros de la educación y si las decisiones prioritarias y más importantes las toman gente que no entiende ni “j” como diría mi abuela del tema educativo.

Quedan deudas de siempre como por ejemplo la redefinición del modelo educativo que seguiremos para los próximos veinte, cincuenta o más años, la reingeniería del personal que alerta la presencia de un exceso de personal que no es de aula sino de escritorio, la falta de capacitación continuo de los docentes y su profesionalización, la tecnologización del propio Ministerio, la inclusión educativa que no da “pie con bola”, la participación de los padres como importantes personajes de la educación, el involucramiento de  la educación para la salud, la nutrición, el currículo que no puede seguir como el actual, el mejoramiento de la inversión en educación que apenas alcanza el 2,8 % del PIB, el cierre de la brecha entre la educación media y la universitaria y en fin… muchísimos retos y desafíos que seguiremos expectantes con las nuevas autoridades que estamos seguros tienen buenas intenciones pero de eso está repleto el infierno, de buenas intenciones. Queremos acciones y los mejores perfiles en los cargos porque al hablar de educación estamos hablando no solo del presente del Ecuador, sino también de su futuro, de su permanencia en el tiempo… ¿qué le parece?

 

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