El pueblo arengado por Nebot quedó estupefacto el 25-06-2015 al escuchar del líder de Guayaquil que Correa debería terminar su mandato para que rindiese cuentas. El Papa llegó el 06-07-2015 y fue recibido por un exaltado Correa que hasta hoy sigue burlándose del republicanismo.
Correa impuso a Moreno en 2017. Nebot tácitamente apoyó su asunción presidencial y colaboró con su régimen durante los primeros 2 años de gestión. La posta la asumió Lasso en 2019 en su visión por salvaguardar la democracia. Moreno se consagró al capitalismo, entregó los hospitales y las medicinas a los asambleístas a cambio de sus votos dizque por la gobernabilidad y pagó anticipadamente los bonos en medio de la pandemia, entre otros. Su premio consuelo fue haber estado en la Casa Blanca.
Lasso y Nebot se unieron para derrotar al SSXXI1, convencieron al electorado y ganaron la elección presidencial. Lasso no cometió el error de nuevamente aliarse con los delincuenteros y enmendó su accionar del 2019 al no apoyar a Kronfle para presidir la AN2. La gobernabilidad no tiene precio, presume de un valor incondicional e inconmesurable que no admite pactos de ninguna naturaleza y bajo ningún pretexto. Quienes supuestamente la buscaron abusaron de un protagonismo propio de mercenarios con dotes de legisladores trogloditas. Bien por Lasso y el país; mal, pésimo por Nebot y sus avergonzantes súbditos socialcristianos. La inconclusa alianza con Correa sepulta políticamente al emérito y deja al PSC3 en zozobra para las seccionales del 2023.
1 Socialismo del Siglo 21
2 Asamblea Nacional
3 Partido Social Cristiano
Tiene q hacer una enmuenda muy profunda para volver a creer en Nebot. Cinthya tiene 0 margen de error, sí quiere reelección