22 noviembre, 2024

No hay excusas

El pueblo arengado por Nebot quedó estupefacto el 25-06-2015 al escuchar del líder de Guayaquil que Correa debería terminar su mandato para que rindiese cuentas. El Papa llegó el 06-07-2015 y fue recibido por un exaltado Correa que hasta hoy sigue burlándose del republicanismo.
Correa impuso a Moreno en 2017. Nebot tácitamente apoyó su asunción presidencial y colaboró con su régimen durante los primeros 2 años de gestión. La posta la asumió Lasso en 2019 en su visión por salvaguardar la democracia. Moreno se consagró al capitalismo, entregó los hospitales y las medicinas a los asambleístas a cambio de sus votos dizque por la gobernabilidad y pagó anticipadamente los bonos en medio de la pandemia, entre otros. Su premio consuelo fue haber estado en la Casa Blanca.

Lasso y Nebot se unieron para derrotar al SSXXI1, convencieron al electorado y ganaron la elección presidencial. Lasso no cometió el error de nuevamente aliarse con los delincuenteros y enmendó su accionar del 2019 al no apoyar a Kronfle para presidir la AN2. La gobernabilidad no tiene precio, presume de un valor incondicional e inconmesurable que no admite pactos de ninguna naturaleza y bajo ningún pretexto. Quienes supuestamente la buscaron abusaron de un protagonismo propio de mercenarios con dotes de legisladores trogloditas. Bien por Lasso y el país; mal, pésimo por Nebot y sus avergonzantes súbditos socialcristianos. La inconclusa alianza con Correa sepulta políticamente al emérito y deja al PSC3 en zozobra para las seccionales del 2023.


1 Socialismo del Siglo 21
2 Asamblea Nacional
3 Partido Social Cristiano

 

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1.     
Para entender los sentimientos de Jesús en este
día
recordemos que durante
tres años, Él ha llevado a cabo innumerables milagros con los que ha remediado
las carencias materiales de las gentes. Su popularidad es inmensa. Los líderes
religiosos lo odian, no por Sus extrañas ideas; no. El problema entre ellos y
Jesús no es ‘cerebral’, sino ‘visceral’: le tienen rabia porque Él les ha
desenmascarado ante el pueblo por sus indecencias y vilezas, y le envidian por
Su popularidad: la masa sigue y admira a Jesús. Por otra parte, en tiempos de
Jesús, Palestina está sometida al poder de Roma.[1]
En el pueblo hay verdadera sed de independencia económico-político-social. La multitud
ve en Jesús al líder capaz de liberar a Israel del imperialismo colonizador de
Roma. Jesús entra en Jerusalén y el populacho, muy ‘arribista’, lo aclama como
al político que viene y que, seguro, ganará las elecciones. A pesar de los vítores,
Jesús se siente completamente solo, porque sabe perfectamente bien que toda esa
gente que le aclama el Domingo de Ramos, que, además, se había beneficiado de
sus milagros, ingratamente, le dará la espalda, se volverá contra Él y pedirá a
gritos su muerte el Viernes Santo: Mientras
estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre,
viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los
conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque Él
sabía lo que hay dentro de cada hombre
.[2]

1 comentario

  1. Tiene q hacer una enmuenda muy profunda para volver a creer en Nebot. Cinthya tiene 0 margen de error, sí quiere reelección

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