Al fin, luego de casi 15 años de abusos, vejaciones, insultos, infamias y persecuciones, damos vuelta a la hoja y, con un presidente (al fin), comenzaremos un nuevo periodo republicano, con el que todos los ecuatorianos debemos estar en la obligación de cooperar, aunque no sea del agrado de todos. Tiene algunos puntos a favor: Es un político nuevo, no corrompido, tiene dinero (no necesita robar), es un hombre honesto, con familia, a la que ama y respeta, capaz (su fortuna es por su trabajo), y a lo largo de la campaña, ha demostrado rectitud, conocimiento, integridad y deseo de servir sinceramente a su país.
Para poder gobernar en paz, es necesario que la Asamblea colabore con el ejecutivo y que abandonen la asquerosa actitud de venderse por prebendas, ventajas, puestos etc. Ninguno fue elegido por su cara bonita, o por ninguna otra causa. Fueron los votos de ecuatorianos que sinceramente creyeron que ellos eran la mejor opción y es hora de que demuestren que esos ecuatorianos, no estaban equivocados.
Ya es hora que las personas escogidas por voto popular dejen de pensar que han recibido los votos por alguna otra causa, sino porque el grupo de ecuatorianos que votó por ellos, cree sinceramente que ellos son capaces de mirar por las necesidades de todos los ecuatorianos, votamos por ellos, porque creemos en su capacidad intelectual y en su deseo ferviente de servir a su país y poner cada uno su grano de arena para hacer de Ecuador, un país próspero, amante de la libertad, que marcha adelante y resalta en el mundo por el trabajo de sus autoridades, de hacerlo un ejemplo de virtud entre las naciones. Sólo un pequeño grupo (fanáticos), que votan por ideologías (o por fechorías), votaron por ellos, siguiendo un lineamiento político.
Los ecuatorianos somos gente de paz, de trabajo, solidarios. Todos queremos un Ecuador sano, sin corrupciones, un país con salarios dignos y trabajo estable, que nos permita a todos vivir tranquilos y en paz.
Lasso recibe un país destruido, devastado, todos hemos visto como se multiplican los juicios y como salta pus por todos lados. Demos chance al nuevo Gobierno para que enderecen las cosas en el país y colaboremos todos, denunciando desde el primer paso en falso que se dé. Conociendo la trayectoria de Guillermo, estoy seguro que corregirá todas las incorrecciones que encuentre en el camino.
No juzguemos precipitadamente a ningún colaborador, por el concepto que tengamos. Dejémoslo obrar, antes de juzgar. Guillermo sabe que tiene que obrar con mano firme y vigilar muy de cerca a sus colaboradores.
Colaboremos todos. El Ecuador necesita de la capacidad de todos los ecuatorianos.