«La vida privada de un hombre público es más pública que la de una prostituta»
Con esta sentencia, como otras que formuló en vida, el Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy, creo que dejó expresado para la posteridad, las acciones y decisiones, que toman las personas que actúan en la vida pública respecto de las que toman en su vida privada, cuando están en el ejercicio de un cargo muy representativo y de elección popular.
Sinceramente creo que el Dr. Arosemena Monroy, fue uno de los políticos más criticados por aquella frase y por aquella otra: “soy un hombre de vicios y pasiones masculinas”.
Lo expresado por el Dr. Arosemena, no es una máxima que tenga aplicación universal. Pués a los hombres de Alta Alcurnia y de agitado e importante accionar político, -fue Presidente del Ecuador- las críticas a sus actuaciones públicas o privadas, simplemente les resbalan.
No así a las mujeres, aún cuando actúen en la vida política o pública, respecto de sus desiciones privadas o de sus gestiones públicas. Aún cuando tengan alcances de heroínas, en sus luchas políticas, por defender la democracia, el constitucionalismo o la obtención de la justicia para sus seres queridos, o sus afanes políticos por alcanzar posiciones administrativas o políticas de representación popular.
Recuerdo que la Ec. Cecilia Calderón de Castro, fue víctima de los epítetos, contra su vida privada y contra su honor, por su adversario político a la Alcaldía de Guayaquil, el Ab. Abdalá Bucaram Ortiz.
La actual Alcaldesa de Guayaquil, la Dra. Cinthya Viteri, también ha sido objeto de críticas muy duras y crueles, por decisiones, tomadas en su vida privada, con mezcla con sus actuaciones en su vida pública, frente a la Alcaldía de Guayaquil., con las cuales críticas a su persona, se pretende afectar sus actuaciones públicas. Una especie de mezcla entre lo privado y lo público.
Aclaro, lo privado es lo relativo al ser humano en sus actuaciones y determinaciones, lo público o lo político, obedece a las gestiones realizadas en el ejercicio de un cargo público o político. No se pueden mezclar ambos ámbitos, para sacar provecho político, de parte de sus adversarios, o de los ciudadanos que no aprueban sus gestiones o algunas de ellas.
Según el DRAE (DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA), intimidad es: “…la zona espiritual e íntima de una persona o de un grupo, especialmente de una familia”…Por otra parte el mismo DRAE, indica: que “… privado es lo particular y personal de cada individuo” .
Aún cuando esta segunda definición, más parecería referirse a los bienes materiales, que al honor de una persona.
También aclaro que, no estoy justificando, actuaciones públicas de la sra. Alcaldesa de Guayaquil, en el ejercicio de su cargo, ni justificando sus decisiones personales que haya tomado para, -según se afirma- ha procedido a divorciarse, cualesquiera que sea el causal que motivó tal decisión, con su matrimonio.
Las mujeres son, por esencia, más sensibles y de suyo se afectan por los “dimes y diretes” de terceros y por el hecho de ser madres, hay que respetarlas en su vida privada, por muy en contra que estemos con sus actuaciones públicas..
De lo que no nos escapamos las personas, es de aquella sentencia bíblica; “POR LOS HECHOS LOS CONOCEREMOS”.