¡Las estructuras políticas fracasaron! La gente ya no vota por lo establecido. Ahora lo que hay es un voto (¡y con razón!), de resentimiento social. El refrán: “are all the fishermen liars, or do only liars’ fish? (¿Son todos los pescadores mentirosos, o sólo solo los mentirosos pescan?), es una verdad de Perogrullo. En este caso, podríamos decir: ¿Son todos los políticos mentirosos, o solo los mentirosos hacen política?
Con tantas y tantas mentiras, se ha perdido totalmente la credibilidad del pueblo y con tanta corrupción, se ha perdido la confianza y la esperanza de los ciudadanos, que ven como se queman los últimos cartuchos que quedan de dignidad y honestidad.
“Hoy resulta que es lo mismo, ser derecho que traidor”. “Los inmorales, nos han igualado”. Hoy no creo ni en mí mismo, todo es truco, todo es falso, y aquel que está más alto es igual a los demás…” Nadie cree en nada, ni en nadie. Cada uno busca su propia conveniencia y no le importa siquiera, que el mundo lo considere un pillo o un abusador. Lo importante es lograr lo que deseo. Vean la actuación de Putin, Maduro, Biden y tantas autoridades mundiales más, para quienes la verdad es solo una: “la que yo digo”.
El mundo debe tener otra mira: dejar de pensar en lo que me conviene y empezar a pensar en lo que le conviene al mundo. Dejemos el egoísmo y la conveniencia personal, y empecemos a pensar, racionalmente, sin egoísmos, en este mudo al que con saña hemos tratado de destruir los últimos 105 años.
Comenzamos una nueva era. La elección de Guillermo Lasso es la nueva esperanza del Ecuador. Él está cumpliendo las promesas electorales. ¡Colaboremos todos! Esta puede ser la última esperanza de la gente pensante del país. Arrimemos el hombro. Demostremos que podemos ser el país que todos queremos ser. Para cambiar el país, necesitamos cambiar nosotros.