A las 8H15 recorrí en mi bici por la Guayaquil a la Sucre, subí hasta la Benalcázar, bajé por la Mejía y volví a la Chile, viendo a las huestes-yundistas-pagadas; de hecho, nos tocó forcejear con ellos – con ayuda de la Policía – el único reducto por la “libertad, dignidad y decencia de Quito”. Y grité la consigna: “Borregos sanducheros, defienden a rateros.”
Estuve hasta la 11H30 y al llegar a casa me enteré lo del nefasto edil Hallo, en la tarde mi esposa exclamaba: “es una pena que otra vez, venza la corrupción”. Contesté: “tarde o temprano va a caer”.
El 21 de enero como un simple ciudadano le pedí la renuncia a Yunda y hoy, a las 6H30, la gran noticia de que el hombre del pueblo, ¡pero, en Maserati, no va más! Arguyó como Correa, ¿al odio inexistente por ser indígena-mestizo y que ganó en las urnas como Correa, si fue fraude con apagón eléctrico y cibernético del 21%? 8 de cada 10 quiteños no votaron por él y 9 pedían su renuncia. La Carita de Dios convertida en cueva de Alí Baby Yunda…, los amarres y desfalcos con ediles (que hasta el último defendían lo indefendible), funcionarios (a unos los sacaron por denunciar la corrupción), familiares y allegados del exalcalde, tienen en el abandono e inseguridad nunca vistos a la capital.
Se fue la cabeza y punta del iceberg. Fiscalía, contraloría y los quiteños a limpiar la corrupción e impunidad del orgulloso de su «grillete», como gritaban en la calle Chile, ¿por llevarse el billete?, y ¿las frecuencias? El Concejo a derogar la afrenta de Barrera y Correa al Himno de Quito. Yunda – con la Pabón – debe responder por recibir y usar recursos municipales para los que incendiaron Quito en 2019, “¿por acción y omisión coadyuvó al golpismo de Correa, FSP, Maduro, etc.»?