El país esta sumido en la corrupción, herencia funesta del correísmo y su gente. Tanta es la deshonestidad a todos los niveles que ni bien posesionado el Presidente Lasso creyó oportuno dictar vía Decreto un Código de Ética para el correcto manejo de la cosa pública.
Quienes gobernaron en la década corrupta con el prófugo -convicto a la cabeza, hicieron y desasieron de los fondos públicos como si estos fueran de su propiedad. Todas las instituciones publicas fueron motivo de corrupción. No hubo funcionario del gobierno, salvo muy honrosas exenciones que no estuviera involucrado en manejos deshonestos o sea parte de recibir coimas para el desempeño de sus labores.
Con el Código de Ética el gobierno piensa que podrá en algo luchar contra la corrupción enquistada en la abultada burocracia. Muchos ven como algo natural el sobreprecio, la coima y el enriquecerse a costa del Estado. No será tarea fácil el seguimiento; deberá estar a cargo de los más altos funcionarios y del propio Presidente Lasso.
No obstante que se ve con buenos ojos la expedición del Código, no deja de llamar la atención que algo que debería ser una norma de conducta de toda persona, tenga que ser puesto por escrito para regular el comportamiento de los funcionarios.
En algún momento que me toco desempeñar cargos públicos como lo han hecho muchos ecuatorianos antes de la década de la corrupción, sabíamos sin necesidad de Códigos que los dineros y los bienes que se tenían a cargo son de los ecuatorianos. Había plena conciencia que el mal uso o abuso es algo penado. Que la honestidad e integridad, se la trae inculcada desde la casa- familia y de los maestros.
En el B. Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, hice carrera hasta llegar a ocupar la Primera Jefatura; el contingente es voluntario y sin remuneración, más nunca utilicé los bienes de la institución para uso personal. En el Banco de la Vivienda y Corporación Aduanera, no emplee los vehículos sino en lo estrictamente necesario, ni se diga custodios o guardaespaldas. Los valores por viáticos y por otro concepto, eran escrupulosamente utilizados. Ni se diga las contrataciones que eran rigurosamente revisadas por auditoria y contraloría.
Si en el Sector Privado se preservan los bienes y dineros como si fueran propios, con mayor razón aquellos que son de todo el pueblo. El problema que sufrió nuestro país es que cayo en manos de gente sin escrúpulos, que nunca manejaron ni una tienda de barrio, de ahí su voracidad al llegar a ocupar un cargo público. Como dijo un expresidente, enloquecidos por el dinero.
El Código de Ética no será nada más que una pequeña defensa en la lucha contra la corrupción. Los ecuatorianos honestos son más, mucho más, así que el combate deberá ser una tarea de todos.
Y la herencia de corrupción de los socialcretinos dónde la deja?
Uno de los mas grandes evasores y elusores de impuestos dicta un código de ética?
La calentura no esta en las sabanas, y estas meando fuera del tiesto
Es muy preocupante la cantidad de ex funcionarios del correato que están ocupando cargos, desde ministerios, hasta gerencias en empresas públicas, subsecretarías, jefaturas, etc.. Es muy preocupante que gente proveniente de un gobierno descalificado por sus actos de corrupción sigan desempeñándose en un gobierno que llega al poder, justamente por una votación que rechaza mayoritariamente al correato y sus prácticas corrompidas.