Parece que al fin se acepta la verdad sobre el COVID-19. Han querido ocultarlo, pero, las evidencias lo demuestran. Similar cosa ocurrió el siglo pasado con la viruela, cuando se determinó el dejar de vacunar contra la enfermedad. No recuerdo en qué país fue, pero en uno de los laboratorios aprobados para conservar el virus hubo una falla (que hizo que ese laboratorio perdiera la posibilidad de guardarla), y se contagiaron creo que dos personas. Se activó inmediatamente el cerco epidemiológico y el caso fue solucionado.
El laboratorio de Wuhan, conservaba el virus, como los tienen normalmente y deben cada cierto tiempo, hacer cultivos para conservarlo. El virus no es nuevo. Ya ha habido 2 pequeños brotes que pudieron ser controlados a tiempo. De ahí que ya había bastante adelanto, que pudo permitir que en un año, ya tuviéramos vacunas para combatir la enfermedad. Desde el comienzo se regó la noticia que decía que el virus era de un laboratorio. China lo negó inmediatamente, pero ahora se ha vuelto a hablar sobre el tema, y la explicación es lógica y creíble. Al parecer, en los primeros casos, no se pensó que el virus fuera el culpable y se perdieron unas tres valiosísimas semanas, para iniciar el cerco epidemiológico. Cuando se comenzó ya era muy tarde y en una ciudad de millones de habitantes, ya no fue posible controlar la infección que rápidamente se convirtió en pandemia.
Ahora, lo menos importante es buscar culpables. El problema ya está aquí, y hay que tratar de controlar el cuadro.
Uno de los problemas más escabrosos, es el ser humano. Es díscolo, irresponsable, voluntarioso, asustadizo y no respeta normas. Por eso ha habido tantas muertes. Si el ser humano fuera dócil, el problema hubiera sido muchísimo menor. Ahora mismo, se riegan tantas noticias en contra de la vacunación, que crea dudas y resistencia a recibir la vacuna. La vacuna, con todos los riesgos, es la oportunidad que nos brinda la ciencia de poder empezar a vivir, como vivíamos antes.
Hay mucha gente reactiva, que cree que con hacer escándalo de todo, están haciendo bien y lo que hacen es entorpecer la labor de quienes buscan solucionar el problema.
El problema es mundial. No es sólo en su ciudad o en la mía. Se habla ya de más de tres millones de muertos en el mundo. Los científicos hablan de las ventajas de la vacunación. Algunos millones ya hemos sido vacunados. Si queremos poder vivir sin zozobras, es necesario la vacunación masiva. Ya Israel lo ha demostrado. Gracias a la vacuna, ya no hay restricciones, no hay necesidad de mascarilla. Los negocios están abiertos y la vida es normal. Mientras más nos demoremos en vacunar, tendremos más muertos.
Hay varias personas que tienen miedo de la vacuna, y ese grupo de personas es el riesgo principal, para todos nosotros, pues mientras no lleguemos a la vacunación masiva, seguirá contagiándose y muriendo la gente.
Se ha creado pánico hablando de los efectos secundarios de las vacunas. Al momento, ya se tiene una mejor comprensión y tratamiento de los efectos secundarios. Es necesario llegar a la inmunidad global.
Tratemos todos de arrimar el hombro y ayudemos a superar esta crisis mundial.