¡Hay acciones que, por más justificativos que tengan, no pueden permitirse!
Me refiero a esas actuaciones en las que, al realizarse, se perjudica a una gran parte de le la población. Un ejemplo que estamos viviendo, el paro parcial de transportes, al fin, acaba de terminar. Por un problema económico (querer subir el pasaje), los transportistas reclamaron al Gobierno anterior, y al no ser atendido su reclamo, los buseros decidieron trabajar parcialmente, es decir, trabajar hasta el mediodía, para evitar el reclamo de los industriales y los empresarios, pues los empleados podían llegar a su trabajo, más a la hora de salida, no había transporte para regresar a sus hogares.
Este tipo de atropello ciudadano, debe ser penado por la ley. Los transportistas deben buscar el diálogo con las autoridades, plantear su reclamo, y hablar, discutir con el Gobierno. El Gobierno podrá decidir, si cede a las demandas y permite la subida de los pasajes, o si pone unas líneas te transporte municipales, pero no puede permitirse este atropello al pueblo.
En general, se permite este tipo de agresiones, con facilidad. Debe llamársele la atención a los guardianes de la ley, por permitir este abuso. ¡Esto debe acabar! No es posible que se perjudique a la gran mayoría por el deseo, con o sin razón de una parte minoritaria de la población.