El Arzobispo Neumann, de Estados Unidos se ha expresado abiertamente en su país, advirtiendo al Presidente Biden, que deje de decir que es católico. Incluso relatan que un Sacerdote de Carolina del Sur, le negó la comunión durante la campaña electoral.
En junio, 2021, la Conferencia de Obispos católicos, tomará una decisión definitiva al respecto, de acuerdo a la noticia.
La pregunta que surge, es: ¿Es esto legal? ¡El motivo de la excomunión, sería las leyes que promocionan el aborto!
La pregunta que se viene a la cabeza, es: ¿Es el aborto un asesinato? Y la respuesta es: ¡por supuesto que sí! Es decir, como católico, el aborto es siempre un asesinato. Desde el punto de vista legal, depende de las leyes. En algunos lugares, la pena de muerte es legal, en otras partes es un crimen. Depende de las leyes.
Ahora bien, desde el punto de vista del pecado, ¡el pecado es algo personal! Cómo católico, antes de decidir, tengo que tener en cuenta la advertencia de Jesús: “No juzguéis y no seréis juzgados”. Para mí, nadie debería juzgar, porque ¡nadie sabe la razón o la circunstancia que hizo que alguien obre así! Yo no sé, si en su forma interna, sincera de pensar, el cree realmente que lo que hace, no es pecado. Creo, sinceramente, que muchas juzgamos precipitadamente. Recuerdo que Covey pone en uno de sus libros la anécdota del muchacho enamorado que va a casa de su novia para a pedirle que se case con él. Al llegar a la esquina de la casa de ella, la ve fundida en un abrazo y beso con otro joven. Furioso, se regresa a su casa, deja el anillo de compromiso y regresa, dispuesto a terminar con ella. Al llegar, la encuentra muy feliz, y ella le comenta: “Mi hermano Paco acaba de regresar del ejército. Ya terminó su año militar. Ven, te lo presento”.
Situaciones así ocurren muy frecuentemente. Nadie debe juzgar a nadie. Juzgar es privilegio de Dios.
Si los Jueces pueden cometer tantos errores y condenar al juzgar los actos humanos, como lo hemos visto innumerables veces, muchos más podemos cometer nosotros, que no hemos estudiado las leyes. Personalmente, no quisiera ir al fuego eterno, por querer hacer de Dios y juzgar a otro. ¡Ni Jesús, siendo Dios, le negó la comunión a Judas Iscariote!
Creo muy importante, si queremos, al morir, estar en paz con nuestra conciencia y nuestra alma, recordar la advertencia de Jesús: “NO JUZGEIS Y NO SERÉIS JUZGADOS”. ¡PREFIERO NO SER JUZGADO!
Por fin escribió algo bueno, sugiero no siga escribiendo sobre política y más aún si su concepto es sesgado.
Felicitaciones muy buen post.