¿Tiene utilidad hacer un examen coproparasitarío? En los momentos actuales, prácticamente es muy poca utilidad.
Hace muchos años, los exámenes coproparasitarios tenían mucha utilidad. Ahora los laboratorios clínicos, reciben las muestras de excremento en la mañana, En la tarde, viene la persona que hace el examen, revisa la muestra y anota que no se encontraron parásitos.
Los parásitos son seres vivos que se encuentran en el tracto intestinal de los seres vivos. Si yo tomo una muestra en la mañana, y la llevo al laboratorio unas dos horas después, ya los helmintos (gusanos), ya migraron, los trofozoitos (adultos unicelulares) ya desaparecieron de la muestra por deshidratación y los quistes y huevos a las tres o cuatro horas, tampoco se los encuentra. Si el método es por concentración, desaparecen más rápido.
Anteriormente, los exámenes coproparasitarios se hacían inmediatamente y por eso, se encontraban parásitos.
Sin embargo, hay unos parásitos que son muy difíciles de encontrar. Recuerdo una niñita de unos tres años, que la mamá me contó en el consultorio que a veces, se despertaba llorando intensamente en la madrugada. Le pedí un examen de extrémento y salió negativo, entonces le pedí a la madre que si se volvía a despertar llorando en la madrugada, me la lleve a la casa para examinarla y efectivamente un día me la llevó. Al sacarle el pañal, encontré adherido al himen, un pequeño oxiuro que removí con una pinza. Le di tratamiento y no volvió a tener molestias.
Para diagnosticar oxiuros, no sirve el examen coproparasitario, porque estos parásitos viven en las márgenes del ano. Para diagnosticarlos, hay que llevar al niño al laboratorio ni bien se levanta, sin lavarlo, y el Laboratorista le pega una cinta adhesiva en el ano, luego, la despega y la pega en una placa de vidrio para verla en el microscopio. Ahí se puede ver estos bichitos.
Los oxiuros son muy contagiosos, porque ponen sus huevecillos en las márgenes del ano y produce prurito anal (picazón). El niño se rasca y lleva los huevecillos en sus manos, y a al comer canguil, chitos o tomar cualquier otro tipo de piqueo, deposita los huevecillos en el recipiente, contagiando así a sus amiguitos y a todos los que comen.
Sería de desear que los laboratorios permitan que se realice exámenes coproparasitarios en algunos pacientes (cuando el médico lo ordene), en cuanto lleven las muestras. En esa forma, volverá a tener utilidad el examen coproparasitario.
El Ecuador descubrió un parásito intestinal, nunca antes descrito, por primera vez en el mundo, allá por 1943, el Opistorchis guayaquilensis, en el INSTITUTO NACIONAL DE HIGIENE “Leopoldo Izquieta Pérez, una de las Instituciones científicas, más reconocidas mundialmente del Ecuador, y eliminada para favorecer la corrupción en la fatídica década más corrupta del país.
Y la década de los pulcros socialcristianos cuándo la comenta?