Un gobierno indolente

Creo que lo único decente de toda la década robada, fue la salud gratuita, pero ha estado tan mal administrada, que en realidad lo que ha logrado es un genocidio criminal.

Para largar una ley como esa, es obligatorio, antes de comenzar, preparar el terreno, tener abastecimiento para que esa ley no proteja solamente a mis amigos, sino que sirva para toda la población.

La robolución ciudadana, no sólo robó el dinero del Estado, nos robó vidas valiosas y peor aún, con la pandemia que hemos vivido. Los ciudadanos fallecían por falta de estructura y de equipos para la demanda urgente. Con la excusa “estamos llenos”, creían que habían cumplido con su obligación. Se puso un ministro de Salud que actuó con criterio gubernamental: Me vacuno y vacuno a mis amigos y otros miembros del Gobierno, que somos los que importamos. Los demás ciudadanos no importan. Mejor si se reduce la población: “menos bocas, más nos toca”.

Esa visión selectiva de los gobernantes es la que primaba en las autoridades ecuatorianas. Primero yo, segundo yo, tercero mis amigos y conocidos. ¿El resto? Que se las arreglen como quieran.

Para lo que sirvió la Salud gratuita, es para fomentar la delincuencia organizada.

¡Pero esto ya pasó! A Dios gracias el pueblo pensó y se ganó en las elecciones, y lo único sensato del Gobierno de Lenin, fue permitir unas elecciones honestas, que permitieron que se produzca el cambio.

Ahora viene la labor de hormiga, y es necesario que Guillermo se dé cuenta de las monstruosidades que realizó el monstruoso Belial que destruyó y corrompió el país, sembrando odio y corrupción en todo lo que tocó.

Pese a que estoy seguro que entre la gente que manejó Correa, tiene que haber alguno(s) honesto(s), es preferible depurar completamente el Gobierno. Me parece inadmisible que, pese a las pruebas presentadas, la Fiscal tenga que seguir luchando contra gente que por deber favore$ al Contralor, ataquen y burlen a la justicia.

Si no se hace esta depuración, de nada servirá toda la buena voluntad que pueda tener la gente que ha subido a gobernar.