Ecuador ha tenido presidentes malos, buenos, prudentes, imprudentes, honestos, deshonestos, bien intencionados, mal intencionados, brillantes, mediocres, en fin, de todo ha habido en la viña del Señor.
Pero entre todos, destaca uno, por voluntarioso, caprichoso, terco, prepotente, con una visión muy “sui generis”, y que metió al Ecuador en una serie de embrollos políticos, con juicios y demandas millonarias, (¡juicios que fueron TODOS PERDIDOS!) por caprichos innecesarios, rotura de convenios y contratos, “porque yo soy yo”, ¡con un capricho rayano en la imbecilidad!
De mucha facilidad de palabra, con una facilidad para desdecirse única, gobernó por medio del pánico. Con él, no había más que dos opciones: “o aceptas y crees todo lo que digo, o eres mi enemigo”. Fue acusado de muertes, secuestros, persecuciones de enemigos políticos. ¡Sembró odio en el pueblo!
¡Fue, sin lugar a dudas, el presidente más caro en la Historia del Ecuador! USPR (útil sólo para robar!)
Ojalá ese pueblo, al que tanto ofreció, y que lo único positivo que le dio, fue la promesa de la atención médica gratuita, tan mal implementada, que la atención casi no pasa de ser promesas, ya que los turnos son tan tardíos, y escasos que cuando te atienden, o te curaste ya, o estás en estuche, recuerde siempre el costo de una pésima elección y no vuelva a elegir promesas que brillan como oro, y no pasan de ser pirita.
MUY BUEN COMENTARIO. ESA INUTIL Y DELICUENCIAL FIGURA NO MERECE SER RECORDADA.
MEJOR SERIA NO NOMBRARLO Y ESPERAR A QUE EL DIABLO LO LLAME
Yo fui amigo, siempre me pareció una buena persona hasta que llegó a la presidencia. Cambió radicalmente, todos sus complejos y frustraciones, guardados en lo profuno de su yo salieron a la luz convirtiéndole en el sujeto despreciable que destruyó al Ecuador en todos los ordenes, económico, etico, moral, social, etc etc.