21 noviembre, 2024

Una nueva manera de soñar 

Los cuestionamientos son parte de una cultura natural de resistencia hacia temas sobrevalorados. El extremismo del clima mediático en el que vivimos hace que nos cerremos inmediatamente a ciertas conversaciones, sin mucha introspección ni profundidad de análisis. Para muchos, este es el caso de la representación. A pesar de entender el propósito de la misma, es difícil pensar que de TODOS los temas en el mundo, este tenía que ser una prioridad. De todas las maneras en las que podemos expandirnos y progresar como sociedad, parece falso pensar que el mostrar gente más variada y de todo tipo de contextos iba a cumplir esos objetivos. 

Como ecuatorianos, somos una cultura que está acostumbrada justamente a lo contrario. A no necesariamente ser conocidos, a no ser realmente expuestos en los medios, a incluso tener que explicar a menudo en qué parte del mapa nos ubicamos. (Pequeña pista: NO ESTAMOS EN ÁFRICA.) No causa asombro la conmoción que causó que uno de los personajes de la nueva serie Cobra Kai sea de Ecuador. ¿DIJO ECUADOR? La alegría de escuchar el nombre de nuestro país tiene un tono de mérito y logro y quizás, es porque lo es. 

La representación no es solamente el gusto de hacer que las minorías se sientan cómodas y validadas, sino que resulta ser la herramienta que más despierta la acción en cada uno de nosotros. No es lo mismo que un niño chino vea a un astronauta ruso, que uno de su mismo país. No es lo mismo que una mujer negra solamente vea a mujeres suecas como referencia, a que viva rodeada de supermodelos con su mismo tono de piel. Evidentemente no es lo mismo que siempre que veamos hacia arriba solo encontremos a personas extremadamente lejanas a uno. 

Con la reciente emoción causada por los titanes ecuatorianos Richard Carapaz y Neisi Dajomes—entre muchos otros que han dejado la vida en las olimpiadas—es imposible negar la importancia de la representación. Para niños, jóvenes y adultos, estas ganancias marcaron una nueva manera de soñar. Si alguien que salió de tu mismo barrio, de tu misma situación, de tu mismo contexto puede triunfar entre los más grandes, ¿quién te puede negar que esa también puede ser tu realidad?

Por eso hoy más que nunca se entiende el empuje hacia la representación. No por un tema de vanidad, y seguramente ni siquiera por un tema de igualdad. La representación es sobre todo importante porque siembra semillas de ilusión y de posibilidad. Mientras más pasa el tiempo, más semillas se van sembrando en todos los ecuatorianos sin importar nuestro color, nuestro género, ni nuestra forma de vivir. Gracias a nuestros deportistas por recordarnos que no solamente podemos soñar, sino que el mundo está listo para vernos hacerlos realidad.  

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1 comentario

  1. Felicitaciones por una escritura refrescante y sin ningún tinte político, le hacia falta a éste medio algo nuevo, éxitos siempre

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