Decido abrir mi artículo de hoy con una pregunta cuya respuesta es un rotundo sí, por donde se lo analice…
Los logros de un puñado de valiosísimos jóvenes ecuatorianos en las Olimpíadas de Tokio nos llenan de orgullo, tal vez por la gran sequía emocional que experimentamos en un país donde todos parecen trabajar para conseguir sus propios fines y muy pocos piensan en conseguir el bienestar de todos. La mayor parte de los políticos tienen tan deteriorada su brújula moral que no ven “más allá de sus narices”; ni siquiera se detienen a pensar en lo corto de la vida y el legado que dejamos al partir más tarde o más temprano.
Veo con gusto que la empresa privada ha obsequiado un auto, dos casas y el gobierno promete un cuantioso rubro en dólares para el próximo año y todo eso está bien, está muy bien. Sin embargo, también he visto que una Universidad, tan sólo una Universidad -afortunadamente de las mejores del Ecuador y de Latinoamérica- ha tomado la inmediata decisión de otorgar becas académico-deportivas a las deportistas olímpicas ganadoras de medallas y diploma. Por otro lado las noticias nos recuerdan que decenas, decenas de deportistas que nos representaron en otros certámenes de la misma envergadura que el de Tokio, transitan pidiendo les cumplan sus pensiones, otros deben trabajar en mercados y conseguir sanar su quebrantada salud a la buena de Dios, o simplemente fueron olvidados al poco tiempo de que celebramos sus éxitos… ¡injusto por donde se lo mire!
Me permito mencionarles nombres de mujeres que ganaron medallas olímpicas en Tokio y que tienen algo en común… Anna kiesenhofer, Hadia Hosny, Gabby Thomas, Charlotte Hym, Louise Shanahan, Nadin Apetz, entre otras… ¿qué es lo que las agrupa para mencionarlas en este artículo? Pues son atletas que además tienen sólidas carreras universitarias en sus respectivos países y cuyos niveles académicos son altísimos… ¿por qué en el Ecuador tan solo la Universidad San Francisco de Quito se preocupó por los estudios presentes y futuros de nuestras estrellas deportivas? ¿Qué harán luego de que culmine sus exitosas carreras deportivas en diez o quince años? ¿Quién se preocupa en el Ecuador por el presente y futuro de los extraordinarios talentos deportivos que tenemos? La respuesta es nadie, pues a quien le corresponde… ni se entera…
Las deportistas ecuatorianas que brillaron en Tokio, son seres humanos, independientemente de su etnia, su género, su condición socio-económica o su lugar de nacimiento. Me parece terrible que se las preocupe en discusiones estériles y desfasadas mientras lo que necesitan es apoyo para que su vida sea igualmente exitosa y logren aprendizajes trascendentes que les aseguren para el futuro una existencia provechosa tal cual su demostración excelsa de valores.
Nos rasgamos la vestidura discutiendo cómo “enseñar” valores, reclamamos la “Ëtica” en los programas escolares y sin embargo la miopía -tal cual lo menciona Saramago en su “ensayo sobre la ceguera”- nos impide ver que el deporte es una verdadera escuela de valores humanos. Nuestras atletas son ejemplo vívido de disciplina, perseverancia, paciencia, resiliencia, trabajo en equipo, sencillez, dignidad, amor por la familia, entrega, inteligencia táctica y otros innumerables detalles que la escasez de espacio no me permite mencionar. Sin embargo, nos hemos desgastado sintiéndonos “orgullosos de ellas” pero tal vez olvidando que debemos cuidarlas y proyectarlas para un presente y futuro merecido por su demostración excelsa.
Cuando vemos a quienes hacen de dirigentes deportivos en el Ecuador y nos damos cuenta de que muchos ni siquiera han sido deportistas en actividad, cabe la pregunta… ¿no es de estos talentos que hoy celebramos de donde deben salir quienes dirijan nuestros procesos de alto rendimiento? Si esto es así… que hacemos para prepararlos… ¿quién se ocupará de “hacer carne” para todos los jóvenes ecuatorianos los modelos de valores que hoy reconocemos en ellos?
ME PARECE CORRECTA LA ÓPTICA QUE PRESENTAS AL VER COMO UN VALOR EL HACER DEPORTE, PUES ADEMÁS CREA CARÁCTER, TOMA DESICIONES POR SI MISMO, APRENDE QU3 DE LA DERROTA SE CONSTRUYEN LOS EXITOS…PERO POR OTRO LADO ES LA POLÍTICA DE TURNO QUIEN PONE A LOS DIRIGENTES DE TURNO…SIIIII