22 noviembre, 2024

Aceites esenciales para la tranquilidad

La tranquilidad es un sentimiento sano porque da calma en la agitación de la vida, fortalece a las personas, mejora su autoestima, aumenta la autoconfianza, elimina o reduce los miedos y temores. En definitiva la tranquilidad conduce a la esperanza. 

La tranquilidad se define siempre en sentido positivo, como un estado de quietud, a donde no se da paso a la violencia o a la guerra, en ningún tipo de relación o situación. Ya que tranquilidad es sinónimo de bienestar y de calma; y lo es también de apacibilidad, placidez, quietud, relajación, reposo, serenidad, silencio, plenitud y sosiego. 

Por eso estar tranquilos es estar despreocupados, sentir paz, y eso es una cualidad del ser que se puede lograr a través de la práctica hasta convertirla en hábito. 

Podemos habituarnos a estar tranquilos, para que ese estado apacible perdure en el tiempo y no solo se manifieste en determinados momentos o lugares. Aunque sin duda, hay lugares que de por sí brindan un ambiente tranquilo y otros que producen el efecto contrario, de inquietud. En estos ambientes se pueden usar los aceites esenciales en difusores para lograr la armonía. 

En la naturaleza hay esencias naturales que contribuyen a la relajación y a la tranquilidad; pueden ser usadas para impregnar los ambientes de su aroma relajante o aplicadas en el cuerpo de manera tópica. Estos aceites esenciales son: lavanda, naranja, geranio, bergamota, Ylang-ylang entre otros. 

En la aromaterapia, el sentido del olfato es clave, nos sirve para percibir estos deliciosos aromas que son capaces de activar regiones cerebrales a donde se dan las reacciones emocionales, de una manera natural y no invasiva. 

Estar tranquilos es de alguna manera un signo de fortaleza emocional, ya que la persona no se deja afectar de un modo negativo por las circunstancias externas. Con lo que se entiende que la tranquilidad nace en el interior de cada uno, aunque las influencias externas pueden afectar positivamente esa actitud del ánimo, por eso es recomendable purificar los ambientes con los aceites esenciales, a través del difusor. 

Los aceites esenciales se han usado hace miles de años como una fuente medicinal, ayudan a mejorar el estado de ánimo y la salud en general, tanto en la parte física como emocional. Si una persona está tranquila, esa actitud ya es un pilar predisponente para acelerar cualquier proceso terapéutico. 

Con los aceites esenciales se activan los neurotransmisores dando beneficios por sus propiedades relajantes, que además de brindar una sensación de placer y bienestar inclusive favorecen a la concentración. La persona deja de estar dispersa y estresada, disminuyendo o eliminando los estados de angustia y/o ansiedad. 

Usados también de forma tópica, los aceites esenciales son absorbidos a través de la piel y generan un impacto positivo en el cuerpo. 

Voy a mencionar las características de algunos de ellos. 

El aceite esencial de Lavanda, es uno de los aceites esenciales más utilizados por propiedades calmantes y sedantes. Se usa para sacarse el estrés del día y para conciliar el sueño. Su aroma floral y herbal es suave. Sirve además para bajar la intensidad de energía caótica que altera la concentración y aleja a la persona del camino para conseguir mayores logros; brinda mayor enfoque y claridad, esto ayuda al incremento de nuestras potencialidades, por lo tanto a conseguir los propósitos personales. 

Se usa también de forma tópica para alivio del dolor. Y para corroborar esto hay un dato histórico importante: el científico francés René Gatte-fossé descubrió la capacidad de la lavanda para promover la regeneración de los tejidos y la rápida cicatrización de la herida cuando se quemó su brazo en una explosión de laboratorio. 

La naranja es una esencia de aroma cítrico que se obtiene de la cáscara del fruto de la naranja y tiene efectos sedativos y ansiolíticos que generan sentimientos de alegría y tranquilidad. Es muy buena esta esencia para mitigar el insomnio, estabilizar los niveles de presión arterial, aliviar la inflamación por retención de líquido e inclusive para disminuir o eliminar las arrugas. 

Geranio, es una  planta originaria de Egipto e India, da un aceite esencial con un aroma floral y efectos antidepresivos, útil para crisis emocionales, sobre todo ayuda a liberar recuerdos negativos y alivia la tensión nerviosa. Levanta el ánimo, fomenta la paz, el bienestar y la esperanza. Recomendado por sus efectos beneficiosos en la menstruación y menopausia, disminuyendo los malestares de estas etapas en la vida de la mujer. 

Bergamota, planta originaria de Italia y Marruecos que da la bergamota,  una fruta cítrica un poco más pequeña que el limón, cuyo aroma es muy utilizado para fragancias y para mejorar la salud de la piel; su aceite esencial eleva el estado de ánimo en los momentos más dolorosos, ya sea periodos de depresión, tristeza o dolor. Es una esencia antidepresiva. 

Ylang-ylang,  llamada “la flor de las flores”, cuyo aroma es versátil. Su aceite esencial tiene un fuerte aroma floral que invita a la relajación, muy útil en casos de estrés, ansiedad y estados depresivos. Regula los latidos del corazón en casos de arritmia cardiaca. Además equilibra la energía, combate la ira y aumenta la autoconfianza. 

Sándalo, planta originaria de la India, su aroma es delicioso, utilizada durante siglos en la medicina ayurveda, yoga y meditación. Mejora el sueño profundo, ayuda a eliminar la programación negativa de las células, tiene propiedades inmunológicas, es estabilizador, calma los nervios y promueve a la concentración. 

La rosa ha sido usada para la piel durante miles de años. El médico árabe Avicena fue el primero en destilar el aceite de rosa. 

Este aceite esencial de riquísimo aroma, mejora el humor, motivando a la alegría. Muy bueno para mitigar la ansiedad ayudando al equilibrio y la armonía. Si se lo combina con geranio tiene efecto somnífero, así que ayuda a conciliar el sueño. 

La manzanilla, es muy relajante. Por eso durante siglos ha sido usada sobre todo para calmar a los niños, sea en casos de malestar emocional o dolores físicos. ¿Quién no ha tomado alguna vez, una agüita de manzanilla tibia? Es calmante y relajante, se sugiere usarlo en casos de intenso estrés, emociones fuertes, inclusive a personas con hipertensión arterial. Disipa la ira y estabiliza las emociones; recomendado para liberar emociones relacionadas con el pasado. 

Otros aceites que proporcionan relajación y calma son: limón, romero, cedro, vainilla y jazmín. 

Los aceites esenciales contienen el principio activo de la planta, por eso son de tanta utilidad y beneficio cuando entran en contacto con la piel, sobre todo se usan con el masaje; aunque a través de la inhalación son muy eficaces. Sin embargo, como son esencias puras, algunas personas pueden experimentar enrojecimiento de la piel o algún tipo de alergia, por lo que se recomienda no aplicarlos directamente sobre el área del masaje, sino diluirlos en aceite conductor o aceite de almendras, sésamo u oliva. 

Por ejemplo, para un masaje de cuerpo completo en un adulto se pueden agregar cinco gotas de aceite esencial por una cucharada de aceite vegetal. 

El método de uso que les sugería para adecuar los ambientes tensos y ayudar a que se vuelvan más relajados, es a través de la difusión ambiental e inhalación. Para esto, se utiliza un difusor eléctrico, al cual se le añade agua y unas gotas de aceite esencial. Este tipo de difusor crea una bruma aromática en frío que dispersa el aroma al ambiente. Los aceites esenciales también se los puede usar en el baño, poniendo diez gotas de aceite esencial en una tina con agua, sumergirse al menos 30 minutos. 

Si no tienes tina, puedes dispersar el aceite en el cuarto de baño, con un atomizador, y darse una ducha caliente mientras respiran el aroma. La mezcla aquí es media taza de agua por cada cinco gotas de aceite esencial. 

Es importante al momento de elegir los aceites esenciales, que sean aromas de nuestro agrado, también tener un mínimo de conocimiento sobre sus propiedades, para evitar utilizar aceites que den el efecto contrario al que deseamos obtener. 

Usando los aceites esenciales, en cualquiera de sus aplicaciones, sobre todo a través de la inhalación, promovemos un descanso adecuado, aliviamos las tensiones y el dolor, mejoramos el humor y nos habituamos a la tranquilidad. 

En definitiva, mantener la tranquilidad en momentos difíciles, estar serenos y pensar con la mente en calma es una habilidad que lograremos a través de la práctica diaria y para lo que el uso de los aceites esenciales es, sin duda,  de gran ayuda. 

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