Se habla mucho de los derechos humanos tanto, que al ver quiénes son lo que reclaman y a que llaman ellos, derechos humanos, me pregunto si son los derechos para los inhumanos, en vez de los derechos humanos.
Se oyen muchas voces reclamando por los derechos humanos de los privados de Libertad, nadie reclama por los derechos humanos del que fue asaltado y asesinado, ni por los derechos humanos de la guardia que estaba cumpliendo con su deber en la cárcel y fue violada.
¿Es que hay privilegiados entre los humanos, por los derechos humanos? O ¿los derechos humanos son premio para los que delinquen, exclusivamente?
Los derechos humanos fueron creados para defender a los buenos, del abuso de los malos, y no al revés. Pero si los miramos con pensamiento objetivo, defiende a todos los humanos del abuso de los demás. Está muy bien defender los derechos humanos de todos, pero si alguien va a matar a otro, en ese momento está dejando a un lado sus derechos humanos, porque él está atentando contra los derechos humanos del que intenta asesinar y el otro tiene el derecho de defender su vida.
Los derechos humanos son universales, y el ir a la cárcel es una forma de cuidar los derechos humanos de la población, porque la persona que atenta contra los derechos humanos de otro es un peligro. Desgraciadamente los lugares que se conocen como centros de rehabilitación, fueron convertidos en escuelas del crimen y la delincuencia, desde hace 15 años, ya convirtió las prisiones, en el cuartel de la mafia.
El problema que hay en la actualidad, es que todavía no hay unión de todos los grupos mafiosos y por eso siguen peleándose la dirigencia del grupo.
El gran legado que dejó sembrado Correa fue lo que se vive en las cárceles. Gracias a los 15 años de aperturas al macro y al microtráfico de drogas, y a la impunidad en el tráfico de las mismas, se organizaron, con asesoría extranjera, sobre todo colombiana y mexicana y empezaron a crecer más y más grupos de narcos que, con lo lucrativo del negocio, se van uniendo más y más, reclutando de entre los adictos a las drogas, a los más osados, para que sean cabecillas de grupo.
Las personas muy miopes, que no ven más allá de la punta de sus narices, creen que, al defender los derechos humanos de los PPL, están haciendo un bien a la humanidad y minimizan el mal que ellos hacen a la sociedad. Soy partidario de los derechos humanos, pero creo que estos derechos son para todos, no exclusivamente para los delincuentes.