Si queremos sacar al Ecuador del enmarañado político en que estamos, ¡hay que partir a los partidos!
El gran problema de la clase política del Ecuador, es la prepotencia de sus integrantes y el populismo nato de la población. El temperamento del latino (el ecuatoriano es un latino), es sentimental, gritón, fiestero, muy influenciable y con tendencia a actuar en manada, lo que hace que los políticos puedan influenciar en ellos fácilmente.
Cada persona, que se cree líder, se siente con derecho a crear un partido político. ¿Bases políticas? ¡Ninguna! ¿Filosofía? ¡Peor! La creencia es solo ver que puedo sacar de ello. Nadie piensa en realidad en el país. Sólo en lo que puedo sacar de ventaja para mí. Por eso, el mejor negocio es fundar partidos políticos. Además sirven como protección e impunidad.
Esto, si queremos que el país salga adelante, ¡tiene que acabar! Ahora ya es imposible evitar la maraña de partidos políticos existentes.
Creo que deben haber solamente, como máximo cuatro tendencias o grupos políticos. Digamos por ejemplo: 1.- Conservadores. 2.- Liberales, 3.- Socialistas y 4.- Comunistas. Los demás, de acuerdo a sus líderes, deberán encasillarse en uno de los cuatro grupos, y previo a las elecciones, realizar entre los miembros de cada uno de estos grupos, elecciones primarias, de modo que no haya más de 4 grupos de candidatos para las dignidades a elegir.
Suena ridículo elecciones en las que luego de la votación, haya candidatos con menos del 5 o 10% de los votos. Que sean dos, pasa, hablar de más candidatos con menos votos solo habla de prepotencias.