Fue gran revuelo las cosas que pasaron cuando comenzaron a hacerse las pruebas de 5G.
Las parvadas de estorninos que caían muertos, se ignoró en tal forma que ya no se ha vuelto a hablar sobre el tema.
Parece que el debate que se inició, entre la conveniencia de la tecnología y la salud del del ser humano, demostró la insignificancia del hombre ante la tecnología. El mundo se siente tan tranquilo con la tecnología, que piensa que ella no tiene límites espaciales. La tecnología curará todos los males del mundo.
Ya el mundo ha visto tantos males derivados de la tecnología, y hay aún miles de males que no tenemos la seguridad de que sean provocadas o no, por la tecnología, que en verdad, me parece arriesgada, la forma en que la humanidad corre, cual lemmings, hacia su propia destrucción.
Mucho se ha hablado sobre los efectos de las radiaciones en el ser humano y también vemos cómo se intensifican las radiaciones sobre el ser humano, por medio del uso de la tecnología, cada vez más agresiva, por su utilidad.
Madame Curie, la descubridora de los Rayos X, murió por efecto de ellos. Ahora sabemos que son dañinos y que debemos cubrirnos para evitar sus males.
Se sostiene que vivir en un lugar, cerca de fuentes altas de energía, puede producir enfermedades graves, como Cáncer.
Aparentemente, pese a todas las advertencias, la gente prefiere el riesgo, a vivir con menos tecnología. Después de todo… al final, todos vamos a morir un día. ¿No es cierto?
Tendremos que acostumbrarnos a los riesgos que para la salud de los humanos, animales y del planeta causa la ciencia.
Es un riesgo pero también la última esperanza para la humanidad ya que políticos y religiosos parecen haber fracasado luego de miles de años de proselitismo.