El Presidente Lasso ha brindado varias entrevistas; la más significativa con Ecuavisa, al cumplir los primeros 100 días. Anunció su logro de haber conseguido la meta de vacunar los 9 millones, 53% de la población, lo que ofreció durante su campaña electoral.
Pretende duplicar las exportaciones de petróleo hasta el fin de su período e incrementar 500 millones de ingresos este año. Ambas metas muy difíciles, pero no imposibles; no hace daño ser ambicioso y que intente todo esfuerzo en lograrlas.
Nos ofrece un marco regulatorio denominado “Creando oportunidades”, que permitirá dar empleo para muchos, quienes desde antes de la pandemia, les resultaba muy difícil encontrar una oportunidad. Esperamos que esta idea de un régimen laboral paralelo, que facilite la generación de nuevos empleos, sea factible y no fracase enredado en contradicciones o dificultades legales.
Hay oportunidades en muchas industrias y diversas ocupaciones. Trabajos de medias jornadas, actividades estacionales, en agricultura, turismo, construcción, para mencionar unas pocas. Empleos por horas, contrataciones temporales, pasantías para estudiantes, aprendices de oficios y prácticas profesionales, que antes se podían realizar con facilidad, que hoy los empleadores no pueden ofrecer.
La disminución de la burocracia debe ejecutarse sin demora ni temor. Suprimir consulados, fusionar ministerios, eliminar dependencias y organismos públicos, que fueron creados en forma precipitada o innecesaria. El propio presidente nos da la razón y revela que ha encontrado en Carondelet 890 colaboradores, cuando cree poder llegar a fin de año, con no más de la mitad. Igual se puede hacer en otras dependencias, con los vehículos y personal de toda la flota gubernamental, en todos los organismos y ministerios.
Haber endeudado tanto al Estado, en 73 mil millones y mantenido un déficit recurrente de las arcas fiscales de 4-5 mil millones, los últimos 6 años, fue una actitud irresponsable de los dos últimos mandatarios. Igual, haber quebrado y vaciado las reservas de la Seguridad Social, por haber dejado de pagar sus obligaciones y haberle cargado de prestaciones adicionales, sin la contrapartida de ingresos indispensables, fue criminal e irresponsable.
El anuncio de los TLC con USA, México, China y Rusia es una muy buena iniciativa de lograr mayores mercados para nuestras exportaciones, pero siempre cuidando de ser muy selectivos y prudentes en el proceso de desgravación de las importaciones, para no afectar a las industrias ecuatorianas, que tienen mayores costos en una economía dolarizada y que dan empleo a decenas de miles de ecuatorianos.
Aplaudimos la determinación de defender la vigencia del decreto de ajuste de los combustibles y la necesidad de focalizar los subsidios, para que no se sigan beneficiando quienes no deben, entre ellos, ricos, narcos y contrabandistas. La mejor decisión en ese sentido, sería privatizar la importación y comercialización de combustibles, permitiendo ofrecer diesel y gasolinas de mayor calidad, en beneficio de preservar el parque automotor. El país requiere empleo y reactivación. El tiempo apremia y una oposición ciega sólo perjudica al pueblo, al soberano.