Al fin tenemos un presidente consciente. La decisión de Lasso, de declarar el Estado de Emergencia en las cárceles del país, es la solución definitiva para acabar con los problemas carcelarios (si se cumple). Luego de tantas guerras de pandillas, por dominios territoriales, llega un presidente dispuesto a poner orden entre los delincuentes de los diferentes grupos.
Desde hace tiempo, las cárceles son el dominio de las mafias. Son su cuartel general. Desde allí salen las órdenes, sobre todo para los sicariatos y otros asesinatos. Las cárceles dejaron de ser, desde hace mucho tiempo, centros de rehabilitación, y pasaron a ser escuelas de la mafia, del narcotráfico, de delincuencia organizada, para perfeccionar las técnicas, gracias al Al Capone ecuatoriano, Rafael Correa.
Muchos han querido involucrar a Correa, con el Socialismo del Siglo XXI, pero eso, es solamente, la fachada del delincuente. Correa es multifacético y va, desde el narco terrorismo, pasando por el narcotráfico, hasta las formas más sofisticadas de robo.
¿Cuál es la ventaja del Estado de Emergencia? Simplemente es un alto a la delincuencia y a la impunidad. Con eso, los ladrones, los asesinos y todas los PPL, ya saben que se acabó la paciencia del Estado. Lo que indica que si no respetan el Estado de Emergencia, se empezará a aplicar la ley de fuga. Es más, ante el uso y el recontra abuso de las mafias, debe existir la orden de tirar a matar al que desobedezca. Si alguno desea morir, ya no tiene que esperar a que sus “amigos”, lo decapiten, menos cruel es desobedecer y que le peguen un tiro.
Creo que los familiares de las PPL deben quedarse tranquilas, porque sólo caerán los que deseen, y no tendrán riesgo los demás.