22 noviembre, 2024

Un furibundo agente de la ATM

Terminando mis labores personales en la ciudad de Guayaquil, me dirigí a mi domicilio, conforme de haberlas cumplido con tranquilidad, y fui en busca de la grata compañía de mis amigos de tertulias.

A la altura de la atarazana, al final de la vía, hay dos semáforos muy cercanos. me detuve en el primero por la luz roja, es la que da paso a la metrovía. sonó mi celular y lo tome de inmediato. era un primo. le dije, déjame bajar el volumen de la radio. mientras lo hacía, alce la mirada y entendí las señas del agente de tránsito, que nos exigía que nos pasemos la luz roja- no había un tráfico mayor -que lo justificara-. continue hasta el siguiente semáforo que también estaba en rojo y me detuve.

El agente de tránsito vino corriendo y le dio tres golpes fuertes a la carrocería deli vehículo y me indicó con bravura, que baje el vidrio. lo hice en la medida necesaria y le indique: ¿que infracción he cometido?. me respondió, “entréguese la licencia, ud estaba hablando por el celular”, me contestó en todo elevado.. le indiqué, si, pensé que se trataba de una emergencia. pués, no esperaba llamada alguna., “podría haberse ido a un parqueadero a hablar, por el celular, me indicó y le i tomó una fotografía a la placa del vehículo que estaba conduciendo y se fue a su anterior posición.

La otra luz cambió a verde y tuve que continuar. es la Av. Pedro Menendez, no hay un carril para detenerse, por cuanto uno lo ocupa la metrovía que hace estación en ese lugar. la vía P. Menéndez en ese sector es estrecha, sólo hay dos carriles más y la estación de gasolina que queda algunos metros más adelante, no está operativa. la estan desmantelando. seguí, con coraje, pero continué a mi domicilio.

El día lunes siguiente, me fuí al CC. Alban Borja, ahí hay una oficina de la ATM, de atención ciudadana. como persona de la tercera edad -3ra. generación- el guardia de la entrada me hizo pasar al interior, indicándome la ventanilla de la empleada que me podría indicar si había sido multado. la señorita que me atendió, amablemente, con la matrícula del vehículo de mi esposa, ingresó en su computadora, la placa del vehículo y me indicó, señor: “no tiene ud. ninguna multa”. le indiqué lo sucedido con el agente y le pregunté si aparecerá después?. me indicó, no lo va a multar, quizás quiso hacerse el interesante. me despedí.

A la semana siguiente, una multa apareció, en el vehículo de mi esposa de $120,00. Le indiqué a mi esposa, podemos impugnarla, me respondió, prefiero pagarla y librarme del problema. así lo hizo. debo llevar el vehículo a revisión.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos de la tercera edad, con agentes de tránsito como el de esta referencia? Recuerdo la hora, faltaban diez minutos para las 6 pm. lamentablemente, no pude leer, el nombre de este sujeto, atrevido y patán.

No descarto, volver donde la señorita que me atendió y solicitarle el nombre de este sujeto malcriado y presentar mi queja a la máxima autoridad de tránsito municipal, para que lo sancione.

Entiendo lo que está pasando con la gente. todos están alterados, asustados y aterrados, pero un agente de tránsito, debe mantener la calma y el respeto a los conductores de vehículos privados, que somos los que más pagamos las expensas y los impuestos para mantenerlos en sus cargos.

No pido contemplación, sólo exijo respeto.

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1 comentario

  1. Estimado Sucre, Yo de Usted no dejo pasar por alto la conducta de ese patanzuelo. En los datos de la multa debe constar la identificación de dicho iracundo agente de transito. DENUNCIELO…!!!! y verifique que los superiores de dicho agente lo sancionen….

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