¿Es nuestro Dios, un Dios castigador? ¡Por supuesto que NO! ¡Nuestro Dios es magnánimo y generoso! ¡Nos ama como a su creación más perfecta!
¡SÍ! En la antigüedad, ante la barbarie provocada por la maldad humana, por el rechazo de la gente a la palabra De Dios, destruyó ciudades y mandó avisos a la población de enderezar los caminos, pero su infinita generosidad ha evitado destrucciones masivas.
Lo que ocurre, es lo que ocurre con todo lo terrenal. Nadie puede adelantar, ni garantizar lo que va a ocurrir, pero eso no quiere decir que Dios castiga al malvado. ¡Cada uno es arquitecto de su propio destino! ¡SÍ! Pero no por castigo divino, ¡Dios no manda el mal sobre la tierra! Son cosas aleatorias.
Dios nos ama tanto que siempre ha avisado lo que se va a venir, cuando se trata de castigo, pero, por ejemplo, en un embarazo normal, puede haber complicaciones normales, que no tienen por qué ser castigo de Dios. ¡Dios no castiga en esa forma!
Si Dios empleará ese sistema, la tierra habría desaparecido hace miles de años, y con justísima razón.
En mis más de 50 años, como Neonatólogo, he visto y oído miles de casos que, si pensáramos como un Dios castigador, le echaríamos la culpa a Dios de lo que pasó. Conozco por casos que he seguido de cerca, de mujeres que se han hecho un legrado por un embarazo no deseado, y luego, no volvieron a embarazarse. Otros casos de coincidencia, de mujeres que abortaron de solteras, y luego de casadas tuvieron hijos con defectos genéticos, y varios así, por el estilo. Lo mismo ha ocurrido con chicas que se casaron vírgenes y que jamás tuvieron ni siquiera un mal pensamiento.
¡Dios no es un Dios castigador! Dios es un Padre amoroso, que sólo quiere nuestra felicidad y que lo amemos con amor sincero.