21 noviembre, 2024

La quema

¡Parece increíble! Los moradores de la ciudadela COVIEM, al sur de la Ciudad, ante una nota periodística, se animaron a señalar que grupos de decenas de antisociales, queman por grupos los cables de CNT, para extraer el cobre, que luego lo llevan a vender a las recicladoras.

Esto deja sin telefonía e internet a varios habitantes de diversas zonas de la ciudad, de acuerdo con un gerente de la Empresa.

Por la nota, ya se sabe que en esa Ciudadela, y a cualquier hora, se reúnen para quemar los cables, por la manzana 36, en la calle Zamora, al pie de una pared que fue pintada por el Municipio de Guayaquil, como parte del programa “Letras Vivas”, que aparte de dañar la pintura, intoxica a la población y daña el medio ambiente, es decir, realiza un daño tremendo a la Ciudad, por donde se lo quiera ver.

Al parecer, el sistema de vigilancia que cubre la Ciudad puede filmar lo que sea, pero si nadie observa, ¿para qué se invierte ese dinero? Las cámaras no detienen los robos, ni tienen como hacerlo. Las cámaras no fueron puestas para revisar, luego de un choque, quien tuvo la culpa. Esa es apenas una de sus funciones. Tiene que haber una o varias centrales de vigilancia, y cuando se ve que cometen ilícitos, un sistema ágil para avisar y capturar a los infractores. De otro modo, es un gasto inútil.

Ojalá haya alguien con sindéresis que haga que lo que se pone, pueda ser bien usado, para el bien de la ciudadanía. A mi se me hace que entre los quemadores debe haber algunos empleados de los que colocan los cables.

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Acabamos de pasar otro 9 de Octubre, diferente con la historia del 1820, esto es hace 192 años de historia, vivida por muchos, de los cuales algunos no fueron o no son Guayaquileños de nacimiento, pero que si quieren al Guayaquil de sus sueños y de sus amores, como yo quiero y he demostrado en el transcurso de mis años vividos, que he respetado y he querido a Guayaquil.

La revisión de la historia, nos revela las diferentes etapas de la vida de este Guayaquil valiente y progresista, que jamás ha sentido temor al presente y que ha forjado permanentemente su futuro.

Supo superar sus tragedias de incendios y terremotos, enterrando las cenizas y creando nuevas perspectivas e ilusiones.

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