Uno de los actos musulmanes de castigo, es cortarles la mano a los ladrones. Tengo entendido que no al que roba por hambre.
Actualmente ya no es un castigo. Con lo robado compran una mano biónica y asunto arreglado.
Pero la idea de hacerlo al que roba al Estado, es decir, a todos, merecería ser analizada.
Si alguien roba un pan, o algo de comer, deberían cortarle las orejas al burro que permitió que el pobre tenga necesidad de robar para vivir.
Pero, volviendo al tema, a los que roban al Estado, es decir a todos los pobres y ricos de una nación, sí merece ser analizado, ¡porque ese no roba por hambre, sino por ambición! ¡Quiere tener más!
Y no es excusa las deudas, porque eso lo que indica es desorden de vida, querer más de lo que tengo, ¡AMBICIÓN!
Hay que aprender a vivir sin lujos, sin ambiciones, saber acoplarse a lo que se tiene, y agradecer a Dios. ¡Hay que SER, no TENER!
Debe ser muy triste vivir en un país de manquitos, de gente sin mano por haber robado al Estado.
PD: Retiro mi idea, porque recuerdo que estamos en Ecuador, y si hacemos eso, ¡se declaran discapacitados, para importar carros sin impuestos!
¡Cómo son más, nos ganan!’