¿Quién hace a la mujer? ¡El hombre! ¿Quién hace al hombre? ¡La mujer! Fuera de los y las idiotas, que se casan por deporte, ¡ésta es la realidad!
El matrimonio debe ser uno y para toda la vida, y sólo se debe realizar cuando se encuentra al complemento de su vida.
¡Es muy triste la realidad actual! Ahora conocemos personas con dos o más divorcios a cuestas. Ellos dicen que buscan el amor, pero no lo encuentran.
Creo que debe reunirse algunas características básicas y primordiales, para la unión definitiva de dos almas, que pasarán a ser una, para siempre.
El hombre debe ser y actuar como hombre y la mujer, como mujer. Ahora la mujer trabaja, lo cual es maravilloso y sobre todo, con la colaboración económica que eso significa, es una magnifica ayuda, no sólo para ese hogar, sino también para el mundo, ya que muchas mujeres pueden trabajar e incluso muchas de ellas son tanto o más valiosas que los hombres.
Me da mucha pena ver algunas mujeres que se sienten menospreciadas al ser tratadas como mujeres. Actúan como verdaderas machonas, e incluso pierden su feminidad, que es lo más hermoso de la mujer.
Una mujer puede ser extraordinariamente eficiente sin perder su feminidad. Lo que no debe perder nunca, es la característica básica de la mujer, lo que la hace mujer: ¡SER MADRE, o al menos, sentir como madre! Esa feminidad, es la característica que diferencia a la mujer del hombre: ¡LA TERNURA! Eso se ve al mirar a una mujer, que verdaderamente es mujer.
Una mujer es un ser inigualable. En la ganadería, diferenciamos entre vacas y las vacas que generalmente no se preñan, a las que llamamos “vacas machorras”. Las machorras son vacas sin feminidad. Yo lo tomo como un equivalente a esas mujeres que pierden esa feminidad y esa dulzura que las hace un ser tan maravilloso y único. ¡La mujer es hecha para ser madre!
Hay mujeres a las que Dios no les dio la bendición de ser madres. ¡Pero eso no es un obstáculo para poder dar ternura! La mujer debe recordar que lo que la hace dulce y femenina es lo más importante: LA TERNURA!