Un sello o logotipo, dice y hace tanto que, incluso, es signo de lucha y alcances, para quienes lo ostentan y vivieron su existencia.
Por ello creo, no debe faltar en ninguna empresa, cuyo inicio y desarrollo, marca su destino en el resto de la vida de todos los que la dignifican.
Hace más de 25 años, cuando poníamos a germinar la semilla de la Unidad Educativa Steiner Internacional – quien ésto escribe – sabía que necesitaba simbolizar su existencia con un sello o logotipo; y entonces busqué a alguien que lo realizara. Y ese alguien fue el gran Peter Musfeldt, a quién personalmente lo conocía, desde mis días de maestra y directora del Colegio Alemán de Guayaquil y, como un gran diseñador – publicista; cuyos logos fueron emblemáticos de grandes empresas e instituciones culturales como el de la Sociedad Femenina de Cultura de Guayaquil, de la que soy miembro y en ese tiempo hice alusión periodística de su insignia.
Volviendo a ese más de un cuarto de siglo, de la creación del Colegio Steiner: en que le solicité el logotipo para la Institución, él me dijo “Esto debo hacerlo con usted” y me citó a las diez de la mañana del siguiente día en el Coliseo de la Ciudad, completamente vacío y silencioso – él había solicitado entrada por una de sus puertas. –
Señalándome el sitio de una de las primeras gradas para sentarme frente a él, ante una mesita sacada de su auto, con papeles sobre ella y lápices de colores, me dijo:
“Hábleme de sus aspiraciones sobre el colegio que va a fundar”.
Y le dije, mientras él hacía rasgos sobre un papel:” un colegio en que se haga tangible la educación que practicaba Steiner – el discípulo de Pestalozzi, bajo cuya filosofía me hice maestra; de educar mente, espíritu y cuerpo del ser humano, en igual proporción: desde niño, adolescente y joven.
Y él, sin hablar, solo moviendo sus lápices y pinceles, me entregó luego la insignia diciéndome:
«El triángulo equilátero son las tres dimensiones en que se van a educar los alumnos del Steiner y la figura interna con los brazos en alto, significa el triunfador que saldrá de él»
Al recibirlo le dije, ¡Gracias! y salí con el logotipo a hacerlo realidad, con maestros, igualmente altruistas, hasta el presente.
Por ello hoy, invocando a Peter Musfeldt, le repito, ¡Gracias! por los miles de alumnos del STEINER, que en más de 25 años cruzaron por él, haciendo realidad la filosofía plasmada en su logotipo y repetida en la invocación cada lunes, ante el altar patrio:
¡Estudiantes del Steiner! ¡Presente!
Caminando con paso seguro / entre libros, la fe y el saber / Nuestro credo es confianza en sí mismo / Educando: mente, espíritu y cuerpo/ Armonía que nos hará triunfadores / ¡Ciudadanos de nuestro Ecuador!
Por la paz del mundo
Me encantaría saber mas sobre lo que Dra.Lilí tiene que comentar sobre Pestalozzi y su filosofía. 😉