En los últimos años la calidad de la enseñanza ha sufrido un lento deterioro, que ya llega a situaciones preocupantes.
El Ministerio de Educación ha desplegado una positiva acción en los planes de estudio, sin embargo es imperativo que el Estado reoriente sus inversiones, aumentándolas en el área educativa.
Existe un abismo cada vez mayor entre lo que el estudiante ve en los medios de comunicación frente a los conocimientos que sus maestros transmiten en las escuelas y colegios. Este distanciamiento frustra el interés por aprender.
El crecimiento económico del mundo moderno se orienta hacia las actividades relacionadas con el conocimiento y este es proporcional a la mayor o menor calidad de la educación.
Los países europeos a pesar de haber sufrido los devastadores azotes de la II Guerra Mundial dedicaron lo mejor de sí a forjar su segmento estudiantil, y no con conocimientos líricos de vana erudición sino como planteamientos científicos de trabajo remunerador, actividades prácticas y economía de mercado útil y rentable.
Datos de la UNESCO nos ilustran que mientras los países avanzados invierten entre 1.500 y 3.000 dólares por alumno en la educación primaria, los países latinoamericanos a duras penas llegamos a los 200.
Esfuerzos, planes de estudio, implementos científicos, objetivos progresistas, abundan entre los gobiernos de avanzada. Si los resultados en ellos han sido óptimos, si sus objetivos culturales han dado frutos plausibles, ¿por qué no imitarlos aclimatándolos a nuestra idiosincrasia?
Es indudable la intima relación que hay entre el desarrollo económico y la calidad de la educación. por lo que todo esfuerzo que se haga en este sentido bien merece la pena. pues equivale a una inversión orientada al bienestar del futuro Ecuador.
Lo que se necesita es un plan de estudios de temas de interés universal porque lo que tenemos hoy heredado de la maldición correista es un asqueroso ADOCTRINAMIENTO en donde se han eliminado la historia patria, la ética, los valores morales, etc. que conducen al vandalismo aupados por la impunidad establecida por la delincuencia internacional: SSXXI.
Totalmente de acuerdo, me encantó su artículo Ingeniero. Si nos encaminamos por esa senda, sacamos este país adelante, al desarollo y prosperidad.