21 noviembre, 2024

El precio de la ineficiencia

¡No estoy en desacuerdo con la subida de los combustibles! Comprendo el subsidio al gas, y luego de ver la estafa al pueblo, con las cocinas de Inducción marca Correa, con mayor razón.

Los combustibles merecen un estudio aparte, porque desde hace tiempo, ha sido el gran negociado de los contrabandistas y de los narcoterroristas, que son los grandes beneficiarios del subsidio.

Aparte de eso, porque ese subsidio sirve para pagar le ineficiencia de Petroecuador y de toda su mafia. Si los usuarios pagáramos el valor de los combustibles al precio real, estaríamos subsidiando a Petroecuador por vender a precio de pan de la mejor calidad, el pan de agua de antes de ayer, ya viejo que nadie lo quiere.

Es preferible dejar de estafar al pueblo y exigir a Petroecuador combustibles que no dañen los automotores, o importar combustibles de buena calidad, en vez de seguir subsidiando la ineficiencia. Es preferible pagar el precio real por un buen producto, que seguir siendo estafados.

¿No comprendemos que estamos siendo tontos útiles, que pagamos a una serie de ineptos, que no tienen capacidad mental para hacer bien las cosas?

¿Hasta cuando seguimos de como idiotas, pagando a los ineficientes? Es preferible pagar más y recibir un buen producto. Ya casi estamos pagando la gasolina sin subsidio. Falta poco para pagar la gasolina al precio real, pero lo que nos venden es mediocre.

¡Estamos cooperando con la mediocridad!

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He dudado mucho para escribir este artículo. Lo que me motiva a escribirlo, es la vorágine de impulsos que recibo como ciudadano a favor de ciertas cosas y en contra de otras. La avalancha de noticias en un sentido y el silencio total de otras, que me hacen sentir como que estoy siendo utilizado, y que la intromisión dentro de mi cabeza, es para impedir que piense, y obligarme a pensar en cosas que no quiero o no deseo pensar. Siento que no soy libre para pensar, que se “da pensando por mí” y esta falta de libertad de pensamiento, me provoca un dolor de cabeza, que se agudiza intensamente cuando, a alto volumen se repite una y otra vez lo que se quiere obligar a considerarse como criterio universal del país. Las sabatinas son un lavado cerebral que ahoga.

Lo bueno del Gobierno está a la vista. No es necesario repetirlo incesantemente. Ahora hay vías de comunicación, carreteras excelentes; es una felicidad y un orgullo circular por nuestras carreteras y calles (hasta que nos saturen de ciclovías). La forma como se maneja el problema de la salud, pese a la infinidad de problemas que existían desde “ilo témpore” y existen. Ahora hay atención aunque estemos saturados “hasta el cogote” y gratuita, de modo que “la salud es de todos”. El esfuerzo por mejorar la educación, por mejorar la calidad de los profesionales es un reto, una obra de titanes que el Gobierno ha emprendido y que estoy seguro que lo irá logrando poco a poco.

Sentido Contrario

Muy grave para el pueblo cubano y para su Gobierno, después de haber permanecido más de medio siglo en el poder, tener que reconocer que su revolución, que sus políticas de Gobierno, su sistema económico, su aparente democracia, no ha funcionado ni ha dado los resultados que todavía se ufanan neciamente en proclamar. Haber esperado tanto para reconocer su fracaso e insistir en mantener una cúpula de Gobierno familiar, hereditario, compuesto en su totalidad por los mismos responsables de ese desenlace, explicable tan solo, en la necesidad de cubrirse las espaldas y evitar cualquier investigación o rendición de cuentas.

Los cambios que se proponen no funcionarán mientras Cuba continúe gobernada por una dictadura, con el mismo sistema de represión o partido único, totalitario, sin posibilidades de elecciones libres y un sistema verdaderamente democrático. El desarrollo económico, el libre juego de la oferta y la demanda, el sistema de libre mercado, el funcionamiento de incentivos, de precios libres que promuevan las inversiones, la asunción de riesgos, la libre competencia, el funcionamiento de un sistema bancario profesional e independiente, de libre otorgamiento de créditos, se podrá dar tan solo en un marco absoluto de libertades, de una administración de justicia independiente de los otros poderes del estado.

1 comentario

  1. No creo que estemos pagando INEFICIENCIA lo que encarece todo es la mediocridad, el quemeimportismo de la parasitocracia, es decir la IRRESPONSABILIDAD CRIMINAL del lumpen incrustado en la administración pública.
    A los hospitales no se los ha sumunustrado medicinas hasta que alguien creó el escándalo indispensable. Acaban de botar toneladas de raciones escolares, insustituibles en un país con un altisimo índice de desnutrición infantil. La ineficiencia de los correos nacionales desafía la más fertil imaginación ya que se demoran hasta 6 meses en entregar un paquete porque eso les toma «ponere la información en la red», ETC ETC ad infinitum.

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