21 noviembre, 2024

Importemos conocimiento y herramientas para el progreso a largo plazo

“No hay problemas que no podamos solventar juntos, y muy pocos que podamos solventar solos.” Lyndon B. Johnson

Reflexionaba Juan Pueblo, mientras pasaba por un momento de frustración, que su país por casi 200 años había intentado salir adelante. Sin embargo, a pensar de varias constituciones, de varios representantes de distintos pensamientos, de varias lágrimas, no había conseguido tener cosas básicas y elementales que le dan sentido a la existencia de un país y dignidad al ser humano. 

¿Puede un niño pequeño asumir la responsabilidad de su vida por completo? ¿Qué futuro le esperaría, si por su falta de madurez, conocimiento y experiencia va a priorizar la recompensa inmediata por sobre su bienestar a largo plazo? Y, si hay muchos niños discutiendo por su futuro, ¿no es natural que prevalezca el egoísmo por sobre el bien común? Se necesita madurez y conocimiento para reconocer el beneficio del bien común.

Recordó, Juan Pueblo, que al no poderse manejar bien la moneda, fue una buena decisión adoptar una moneda que es manejada por extranjeros con más experiencia, de forma tal que no se la puede manipular buscando la recompensa inmediata.

¡Pero eso no basta!, pensó Juan Pueblo. ¿Qué pasaría si todo ese dinero que se destina a educación, y que por más del gran esfuerzo de los maestros no ha servido para mucho, se lo damos a alguien con experiencia? ¿Sería bueno que el gobierno sea sólo un fiscalizador y financista de una ONG que se encargue de educar? Una organización con experiencia en el tema y con la libertad que da el no ser parte de la burocracia para poder utilizar de mejor forma los recursos.

Por lo menos por un tiempo largo, de unos 20 o 30 años hasta tener una población más capacitada que pueda educarse a sí misma ya a perpetuidad, pensaba…

¿Será esto vender la soberanía o verdaderamente ayudar a la gente necesitada, que es la gran mayoría de los ecuatorianos? Por lo menos no seríamos los primeros, se consolaba. Había escuchado que la India, y los países asiáticos de una u otra forma habían hecho cosas muy similares para importar conocimiento con excelentes resultados ya probados.

¿Se podría hacer lo mismo con la salud?

En fin… luego se dio cuenta Juan Pueblo que sus reflexiones sólo en eso quedarían, porque lamentablemente el pueblo no tiene la preparación ni el conocimiento necesario para parir una clase política capaz de sacarlo adelante y tomar decisiones difíciles. Son estrellas fugaces, milagros de la naturaleza los políticos cultos y que buscan el bien común, y la tienen más difícil que en otros países, porque al ser una suerte de patito feo, el egoísmo del resto les hace la vida imposible.

Lo llamaron con insistencia para ver el partido que ya iba a empezar y con eso dejó de lado las tonterías que estaba pensando, no sea que se vaya a deprimir.



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