140 años no son necesarios

Al ritmo que vamos, 0.5%¹ de crecimiento económico neto, veremos acrecentar nuestro PIB² per capita en 140 años³. Nadie será testigo de aquello, pero algo debe sustancialmente cambiar en nuestra conducción económica si aspiramos a reducir el tiempo que nos tomaría emprender un desarrollo sostenible hacia el primer mundo. A falta de un verdadero plan de Estado los gobiernos de turno se han esmerado por aplicar más de las mismas antagónicas políticas, aterrizándonos donde estamos. Hasta ahora no evidenciamos un generalizado y favorable convencimiento político sobre el impacto directo que el crecimiento económico tiene en la consecución de sociedades con estándares de progreso sustentables.

Vivimos en una burbuja de promesas electoralmente concebidas, gubernamentalmente no realizadas, pero aún mantenidas políticamente sin lograr que alguien se atreva a trascender aceptando una realidad inobjetable. Nos encontramos en un atolladero sin salida a menos que cambiemos diametralmente lo que venimos haciendo. La opción de vanguardia nos mantendrá como una Banana Republic a la espera del próximo mesías.

El Estado debe reducirse y desregularizarce sin dilaciones; la deuda externa, renegociarse; los sistemas de Seguridad Social, recapitalizarse bajo otros conceptos de gestión; la banca, aperturarse con mayor competitividad y menores tasas de interés. El sustento político a nivel popular recae por ahora sobre pobres resultados microeconómicos e incertidumbres en la gestión gubernamental.

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^{1 Crecimiento anual proyectado por Banco Central (2021-2025) menos 2% anual de crecimiento poblacional.
2 Producto Interno Bruto.
3 El PIB per capita toma 70 años en duplicarse con un crecimiento anual del 1%.}