Tenías que serlo; te esperaba desde antes de esperar,
Todo se me conmovió con tú presencia,
Lo que sentía te lo daría para siempre,
Aquél día te miraba; no podía mirar a nadie más,
Te observaba con la incertidumbre propia del amor ambicionado,
Yo y mi yo supimos que eras tú y tu tú,
Fue un reconocerte sin haberte conocido,
Una inexplicable convicción de saberte la indicada;
Al contemplarte descubrí el destino de mis sentimientos,
Me complementé a mí mismo bajo tus diferencias,
Descubrí en lo encontrado mucho más de lo esperado,
Intuí un sin saber sabiendo todo por saber,
En tú imagen concebí la certeza de un nosotros,
Recolecté lo tuyo como mío sin ser mío,
Hoy me es imposible respirar sin tu respiro,
Desde la primera vez que te vi, yo supe que eras tú….