21 noviembre, 2024

Eugenio Espejo

Se cumplen 275 años de su nacimiento, de este ilustre patriota y precursor de la independencia de nuestro país. Él siempre se refirió a Quito, porque ese era el nombre de nuestra entidad territorial hasta cuando él vivió. El nombre de Ecuador lo adoptamos recién en 1830, cuando el Departamento del Sur se separó de La Gran Colombia y decidió constituirse en República como Estado independiente.

 El ilustre historiador y arzobispo de Quito, Federico González Suárez, escribió en la introducción de la obra “Escritos de Espejo”, publicada en 1912, que “fue no sólo precursor de la independencia ecuatoriana, sino en realidad de toda la América Hispana, pues él concibe teóricamente la posibilidad de esa independencia, la planeó como una insurrección simultánea de todas las capitales de los virreinatos y audiencias y pensó en las formas de gobierno republicano-democrático con que deberían regirse una vez independientes”.

Espejo, un genuino representante criollo y mestizo, de las clases populares de Quito, tenía una mezcla de todas las etnias presentes en la época colonial; indio por su padre, sangre blanca y negra por su madre, había vivido y sufrido todas las carencias, discriminaciones o desprecios que eran objeto los de su estamento social. A Espejo nunca le importó aquello; en una carta a Fray José del Rosario le dice: “a mis progenitores, a ellos debo mi ser, y a mí mismo, después de Dios, es a quien debo mi nobleza; la nobleza no es dádiva de nadie, es obra de cada uno”. Agrega luego “cada uno la conquista con su proceder y cultivo de sí mismo”.

Espejo es filósofo, médico, abogado, escritor y periodista; él planteó la existencia colectiva de un sujeto histórico, el hombre quiteño o la quiteñidad, equivalente más tarde a la ecuatorianidad, de todos quienes vivíamos en estas latitudes y parajes. En todos sus escritos, cartas, apelaciones, sermones, libros y representaciones, apelaba al derecho que teníamos de aspirar a vivir en libertad, con voz propia, libre de tutelas, a gobernarnos nosotros mismos, con bienestar económico y capaces de convertirnos en un faro de luces, de las ciencias y de las artes para el resto de naciones.

Junto con sus colegas, discípulos y amigos, crearon la Escuela de la Concordia, más tarde conocida como Sociedad Patriótica Amigos del País de Quito, que era una asociación privada dedicada a difundir las ideas de la Ilustración, que luego inspiraron a todos los patriotas, las ideas y anhelos de libertad. En el mismo sentido y con igual intención fundó el primer periódico Primicias de la Cultura de Quito, que logró  publicar siete números, siendo el primero el de Enero 1792.

A fines de 1794, circularon hojas volantes y todas las cruces de las plazas públicas de Quito, enarbolaban banderas con la leyenda “sed libres para conseguir la felicidad y la gloria al amparo de la Cruz”. Espejo fue el primero en utilizar el concepto de Patria, como una entidad única, cuya libertad, identidad y progreso, podía y debía ser conquistada, por sus mejores hijos, por quienes compartieran iguales ideales.

Espejo murió en diciembre 1795, trece y medio años antes que sus colegas se decidieran, por el primer intento de revolución.

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