Las cifras mundiales son preocupantes, pero los procesos en países, ciudades y continentes nos obligan a vivir según varios criterios, de acuerdo al país o ciudad en que nos encontramos. Esta reflexión es entre lo que recibo de información.
Por ello, partimos de lo que sentimos, pensamos, actuamos, lo que se traduce en cómo estamos viviendo estos tiempos de Covid 19. Un microscópico virus condiciona nuestras vidas a nivel mundial.
¿Qué buscamos en la vida en estas circunstancias? ¿Cómo vivir en este entorno y desarrollar nuestras actividades?
Hemos perdido nuestras libertades y estamos condicionados por normas, leyes, procesos. No tenemos claro el camino, eso significa que dejamos de ser libres en muchos aspectos, no recuerdo nada similar que haya condicionado así nuestras vidas a nivel planetario.
La primera lección, el mundo se puede controlar con el miedo y con este se puede esclavizar. No hace falta grandes ejércitos, el miedo hace sus trabajos, fijando límites y condicionando nuestra movilidad.
Considero que los hechos actuales están marcando normas, formas de vida, de movilidad, de consumo, de higiene y mucho más. No tenemos claro a dónde vamos, cómo actuar, vivir, estudiar, trabajar, socializar, movilizarse…a quién y qué creer.
No tenemos referentes 100% seguros de comportamientos, ya que estos pueden cambiar en un mismo dia, al siguiente, el Covid 19 es el virus de la incertidumbre e inseguridad.
Por ello mi reflexión la he denominado “Sobrevivir en tiempos de Covid 19”.
A continuación transcribo 2 frases de Columnistas de El Financiero que participaron en el foro sobre el Covid-19 y el mundo: Cambios geopolíticos después del coronavirus.
“Lo que estamos viviendo es la gran interrupción del mundo, la gran amenaza desde la Segunda Guerra Mundial. Nada había afectado tanto al mundo y los flujos cotidianos del mundo. Claramente no esperábamos este tipo de amenazas.”
(Rafael Fernandez de Castro).
“Yo creo que varios siglos de derecho, de libertades individuales, están en peligro y pueden ser usadas por los políticos para limitar nuestra libertad de movimiento. Bien de manera directa, bien de manera indirecta. Por ejemplo, ahora veremos cuáles son las limitaciones que imponen los países para autorizar su acceso a ciudadanos de otros países.
Esa época maravillosa de las fronteras abiertas, en mi opinión, se ha terminado. Y se ha terminado para un largo rato. A partir de aquí todo el mundo va a querer ejercer un control mayor y, no se olvide, eso se va a hacer en el sacrosanto nombre de proteger la vida de sus ciudadanos.” (Antonio Navalon).