León Febres-Cordero estuvo en Cuba en enero de 1986 luego de haber sido recibido en la Casa Blanca por Ronald Reagan en visita de Estado, invitación reservada con gran deferencia solo para amigos y aliados. Todos los intentos del Departamento de Estado por evitar aquel encuentro en la isla fueron infructuosos a pesar de la gran relación consolidada entre ambos presidentes.
La exitosa lucha contra los terroristas ecuatorianos se gestó con información sin reparos ni condicionamientos proveniente del mismísimo Castro a Febres-Cordero, a través de quien el líder cubano probablemente pretendió establecer un importante nexo con Washington. Los datos filtrados sobre los subversivos fue vital para desarticularlos en algunos casos y eliminarlos en otros. Los anarquistas locales fueron manipulados sin contemplaciones por su propio mentor. ¡Vaya socialismo! Febres-Cordero fue un internacionalmente respetado jefe de Estado y su enfrentamiento contra los guerrilleros jamás estuvo supeditado a terceros intereses.
Zapatero, ex presidente del Gobierno español, se ha convertido en el recadero de Maduro, sin que su retórica vocería resuene en la Casa Blanca. La solución política del conflicto venezolano partiría con la capitulación de la cúpula Maduro, Cabello, Padrino y El Aissami, pero ya no hay nada que puedan ellos ofrecer a cambio de renunciar a su terrorismo de Estado. Zapatero a sus zapatos: lo que el socialismo destruyó jamás se reconstruirá con su intransitable ideología y menos aún a manos de sus propios tiranojerarcas.
Ecuador necesita a alguien con las garras de León, por otro lado, señor Zapatero no intente hacer lo que no le corresponde