Muebles viejos

En épocas del colegio, a ciertos hombres muy mayores, les decíamos “muebles finos”.(bien acabados).recuerdo que ya sesentones, mi querido amigo pablo p. (+), me decía “pincho, ahora los viejos somos nosotros”.

Gracias a dios la poetisa colombiana, que le dedicó y le recitó su poema al presidente de Colombia Ivan duque, en sus versos repetía: “viejos no!!!, sólo que nos cayó la tarde”.

Es muy difícil para ciertas personas deshacerse de las cosa viejas, las personas son muy sentimentales y conservadoras. por ejemplo, guardan los trajes que usaron sus abuelas, como faldones, vertidos de bautizo, primera comunión y de boda, vestidos que los usaron de generación en generación, los mandan a lavar, a arreglar, hasta que prácticamente se deshacen.

Lo mismo sucede con ciertos muebles, los conservan por muchos años y los embodegan cuando se han comprado muebles nuevos.

Entre los muebles de mayor duración, constan los de madera de bálsamo, madera incorruptible. muebles muy pesados.se requería de varias personas muy fuertes para poder alzarlos, a la hora de cambiarse de casa. los almacenes que los vendían, ya no existen y los maestros que trabajaban estas maderas, probablemente, ya todos están muertos.

Otras maderas más manejables y duraderas han tomado la posta, pero aún así los carpinteros que los hacen son muy escasos, pero que los hay, de una u otra madera, los hay, en ciertos hogares,, que con poco y nada, lucen siempre elegantes.

Los condominios modernos, los constructores, venden los departamentos con una bodeguita adicional, que son muy necesarias, pero, la usuarios, los utilizan generalmente para guardar vejeces, muebles pequeños dañados, colchones y ropa que no utilizan y así por el estilo, ponto se convierten en pasto para ratones y cucarachas. increíble pero cierto.

Bien ha dispuesto la señora alcaldesa de guayaquil, con la aportación de urbaseo, destinar cuatro lugares, para que en ellos, las familias depositen los muebles viejos y otros artefactos que ya no utilizan, para que no los dejen en las veredas, cuyos vehículos de recolección de basura, no los recogen, por cuanto no están fabricados, para demolerlos, con sus unidades.

Se indica, por parte de la alcaldía., que los ciudadanos deben ingresar a la pág. web institucional, para conocer el lugar de tales depósitos, pero, me pregunto, no todas las familias tienen una camioneta, algunas tendrán que alquilar una, para transportarlas a dicho lugar. es un costo adicional a sus economías.

La municipalidad, o urbaseo, deberían señalar un día determinado, en ciertos sectores de la ciudad, para que las personas, dejen sus muebles viejos o que ya no los utilizan en las veredas, para que vehículos especiales de urbaseo, los recojan y los trituren. sino tienen ese tipo de transporte, deberán importarlos..

Por poner unos ejemplos: los días lunes, desde las ocho am, hasta las tres de la tarde, el sector de urdesa, miraflores y la ciudadela de al frente de miraflores, se recogerán los muebles viejos o usados o dañados; los días martes, en el mismo horario, en los ceibos y ciudadelas aledañas, en el barrio del centenario y ciudadelas del sur, igualmente, el miércoles. en el centro de la ciudad, jueves, aún cuando el horario sea más extendido, y así por el estilo, sin perjuicio de dejar esos 4 sectores ya determinados para ahí arrojar tales desechos.

Hay departamentos que se alquilan sin muebles y hay grupo de estudiantes que se asocian para alquilarlos. tales estudiantes o cualquier otro arrendatario, bien podrían beneficiarse de los mejores muebles y otros enseres, que la gente, no siempre tiene a quien regalarlos. (regalarle a una empleada, una cosida eléctrica, es hacerle un daño, por cuanto del sueldo, la mitad será para pagar el consumo de luz)..

Este ejercicio, o más bien sistema de destrucción de cosas viejas,, también podría ser utilizados, en otros gad. del país.

Debemos deshacernos de ciertos muebles viejos, no con menos dolor y sentimientos encontrados, por ejemplo los coches para bebés, las sillas para comer, los triciclos, las patinetas, etc. cuando no haya a quien regalarlos, pero no guardarlos por puro sentimentalismo.

Seamos prácticos, dejemos atrás el pasado y vivamos mejor el presente, que es lo único que existe, y el futuro, que no es más que un pasado que se proyecta, nunca sabremos si llegará o no llegará.

Ni tenemos que quedarnos en la ventana esperando que llegue.