Mi tío me contó la siguiente anécdota: Se encontraron dos compañeros de escuela que no se veían hace muchos años. El uno era tratado por su esposa e hijos como un verdadero rey y el otro tenía una vida familiar más que miserable. Este último le pidió a su amigo que le cuente como había logrado tanta felicidad matrimonial, y aquel le explicó que el primer día posterior a la luna de miel, llegó a su hogar para cenar y mientras comía con su esposa, el gatito que tenían se acercó a jugarle en los pies. El lo empujo suavemente hacia un lado y le dijo: ¨retírate, no me moleste mientras como». El felino volvió a jugar con los pies de su amo, y éste, sin más trámite, tomó al gato, lo subió a la mesa y con el cuchillo de cortar pan, lo degolló. Su mujer quedó estupefacta, comprendió para siempre el trato que esperaba su marido.
El individuo cuya vida familiar era poco exitosa pensó tener la arcana fórmula y en cuanto llegó a la casa, buscó la oportunidad de repetir la hazaña de su amigo. Al momento del degüelle su autoritaria mujer lo espetó: «alto ahí, eso funciona si se lo hace el primer día de matrimonio, no a los cinco años. Ya es tarde».
De esta anécdota, de por sí fantasiosa e irreal, se desprende la moraleja de que hay que actuar con toda energía y decisión, antes que el tiempo establezca como ley lo inadecuado e inconveniente.
Tenemos un gobierno relativamente nuevo, y debe «cortarle la cabeza al gato» inmediatamente, realizando los ajustes y cambios que todos conocemos como imprescindibles para el bien del pueblo ecuatoriano. Es ahora el mejor momento, cuando todavía la oposición no tiene pretextos para objetar todo, buscando venalmente obtener beneficios personales. Es ahora el mejor momento, cuando los ciudadanos esperan los cambios oportunos para el bienestar común. Es ahora el mejor momento, cuando estamos henchidos de optimismo y sentimos al ejecutivo como un hombre de buena voluntad.
Es ahora, antes que los postulados del Foro de Sao Paulo se sigan implementando en el país.
Es ahora o nunca.
Los ecuatorianos esperamos los ajustes para el buen manejo de la administración pública, principalmente: reducir la burocracia, eliminar los monopolios estatales, simplificar los trámites, racionalizar los impuestos, establecer estabilidad política y jurídica, garantizar la inversión, descentralizar, limitar el sindicalismo público, ordenar la simplificación salarial, e implantar la reforma educativa de acuerdo a los tiempos en que vivimos.
Estos decretos ejecutivos deberán presentarse en un sólo paquete y en forma clara y enérgica; el apoyo ciudadano está garantizado al detectar que cada reforma es coherente con las demás. Presentarlos paulatinamente en el transcurso de uno o dos años es garantía de fracaso. ¡El mejor momento es ahora!
En la Argentina, Macri fracasó con el gradualismo.
Pero ahora, quizá lo que está haciendo nuestro Presidente agrade a los organismos multilaterales y a Biden que son de izquierda.
Excelente escrito, coincido con tus opiniones
Estoy totalmente de acuerdo. Hay que actuar ya