Antes de que llegues ya has llegado
Te aguardaba encadenado a mi lascivia
Eres el fuego que enciende mis lubricidades,
Te he deseado desde antes de desearte.
Acariciándome mi cuerpo me excitabas
Rompiendo la timidez de mis inhibiciones
Dando rienda suelta a mí desaforado impulso
Para irrumpir con mi dureza tus profundidades.
Prisionero de tus brazos me entregaba,
Arando surcos en tu cuello con mis labios,
Mientras tu piel se desquiciaba a borbotones
Cuando sentías que mi voracidad colmaba tus pasiones.
Exprimido entre tu fuerza vi la gloria
Mientras subías y bajabas demandando más satisfacciones
No sé si te mordiste o me mordías,
Cuando enterraba la última gota mi amor en tus entrañas.
Sofocado tu ardor con mí fluido…
Tus silencios daban paso a la ternura
Y gozoso en el regazo te quedabas,
Con tu satisfecha pasión como testigo de ese día.