23 noviembre, 2024

Vacíos Biográficos en las vidas de Olmedo, Antepara y Rocafuerte (6)

José Antepara Arenaza

¿Qué vio Miranda en Antepara cuando en 1810 le pidió acompañarlo a Venezuela con el fin de pelear por la independencia de esa nación? Tenían un año de conocerse y en poco tiempo Antepara había colaborado con él, en el periódico quincenal El Colombiano, en el prólogo de Cartas a los españoles americanos de Vizcardo y en la recopilación del pensamiento de Miranda. Hay historiadores que han tratado de minimizar el rol de Antepara afirmando que Miranda usó el apellido de Antepara. El Colombiano tuvo corta vida, apenas meses, entre marzo y mayo de 1810 los principales, Miranda y Antepara lo cerraron cuando viajaron a Venezuela. El propósito de la publicación fue difundir las ideas de libertad, lo que causó molestia en la embajada de España. En aquellos años Gran Bretaña se encontraba a favor de España y tenían como enemigo común a Napoleón. Los británicos no estaban muy a gusto con el periódico (Aguiar, p16)

No hay claridad en los detalles del viaje de Antepara a Venezuela; tomó tiempo concluir que había discrepancias en lo dicho por unas fuentes: que viajó con Bolívar (Brewer, pag.33) y otras que viajó con Miranda. Curiosamente las tres versiones señalan que se embarcaron en la fragata de guerra inglesa Sapphire. Llama la atención que Miranda ordenara embarcar toda la documentación usada para escribir La emancipación sudamericana. ¿Cuál fue el propósito de llevársela si viajaba para pelear contra los españoles? Después de parar en Curazao controlada por los británicos, llegaron al puerto de la Guaira en diciembre de 1810. Se conoce que Antepara estuvo con Miranda aproximadamente 18 meses hasta que este último fue apresado en 1812. En las biografías de Miranda no hay información sobre el rol militar de Antepara, se sabe que tenía rango de capitán. He logrado encontrar una carta de Patricio Padrón del 22 de mayo, 1812, dirigida a Miranda en la que le escribe que Antepara queda hecho cargo del puerto de La Guaira con el grado de oficial de marina. (Rojas, p541).

En una comunicación de Carlos Soublette, secretario de Miranda, del 11 de junio, 1812, a Antepara, acusa recibo de una comunicación del 7 del corriente de Miranda en que “…él opina que lo mejor que Usted podía hacer era venirse al ejército, en donde tendrá destino y ocasiones de acreditar su valor. Y que se traiga todas las armas que tuviere, que se le comprarán, siempre que Usted quiera venderles.” En la misma carta le informa que a pesar de no tener noticias de Londres le ha enviado 2.500 pesos para cubrir sus gastos. (Rojas, p684). La citada trae numerosas interrogantes. ¿Por qué Miranda sugiere a Antepara que debe incorporarse al ejército. ¿Qué ha estado haciendo en Venezuela desde diciembre de 1810? ¿Qué hace Antepara con armas? Deben ser muchas, Miranda tiene interés en comprarlas. ¿Estaba Antepara en el negocio de armas? Si Antepara es persona adinerada, ¿por qué Miranda le envía dinero para cubrir sus necesidades? ¿Qué relación hay entre Londres y el envío de los 2.500 pesos?

Las dos cartas mencionadas de mayo y junio son las únicas que he logrado encontrar de la vida de Antepara en Venezuela. En La Guaira se encontraba la fragata Sapphire esperando a Miranda que llegara de Caracas, como efectivamente lo hizo, pero optó por no subir a bordo y fue capturado. Horas antes Antepara y otros seguidores de Miranda, solicitaron asilo al capitán de la nave, lograron embarcarse y llevaron de regreso la documentación política de él. Hay historiadores que afirman que no fue Antepara quien la trasladó. Ellos, con evidencias en mano, afirman que fue Antoine Lelux, fiel asistente del precursor quién era custodio del Archivo Miranda, como se lo conoce; era gran colección de documentos históricos sobre las revoluciones de Estados Unidos, Francia y Sur América. Llegaron a Curazao en cuatro baúles. Pasaron a manos del gobernador de la isla, luego fueron enviados a Londres, estuvo en poder de diferentes políticos importantes hasta que en 1926 fueron entregados a Venezuela. (Brewer, Miranda, p9)

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