José Antepara Arenaza
Cuando Miranda fue apresado, tenía 62 años, ya era un anciano para su época en que el promedio de vida era 40. Terminó en una cárcel de España donde falleció en 1816 cuando Antepara ya se encontraba en Guayaquil. El primero fue el precursor de la Independencia hispanoamericana, quien alentó a los próceres de tan extensa región geográfica. Su casa en Londres donde vivió Andres Bello y seguramenteAntepara estuvo como huésped, fue el centro de reuniones para planear las independencias de lo que sería América Latina. (Mondolfi, p178).
No hay información de lo que hizo Antepara en Londres desde que regresó de Venezuela, tampoco hay una fecha cierta de cuándo llegó a Guayaquil y cómo lo hizo; se mencionan 1814 y 1816. En esta última fecha se conoce que defendió a Guayaquil cuando el almirante Guillermo Brown trató de invadir la ciudad ¿Qué hizo el resto del tiempo hasta 1820? ¿Limitarse a estudiar francés y a los enciclopedistas Montesquieu, Rousseau y Voltaire como afirma Rocafuerte? Sabía el pensamiento político de todos ellos y el de los patriotas estadounidenses.
En 1810 al compilar el pensamiento político de Miranda había estudiado a todos ellos. Antepara debió haber sido una persona de gran personalidad, decidido, infatigable, amante de los desafíos, con elevado nivel de energía y gran experiencia en pelear por las libertades, había vivido en varios países. Es más probable que llegara en 1816, antes que Olmedo y Rocafuerte; el primero lo hizo a noviembre de 1816 y el segundo en 1817. Curiosamente hasta septiembre de 1820 no he encontrado que él ocupara ningún cargo público, he revisado las actas del cabildo y su nombre no aparece.
Según la historia de la Independencia, ésta arranca con la llegada de los militares venezolanos, Febres Cordero, Letamendi y Urdaneta el 20 de septiembre. Ellos regresaban de Perú a Colombia y optaron por permanecer temporalmente en Guayaquil. Para nuestros historiadores, Camilo Destruge y José Villamil, ellos fueron los iniciadores, los que levantaron el espíritu patriótico a los guayaquileños, los que empujaron a tomar decisiones, fueron indispensables en la Independencia de Guayaquil. Es posible que los conspiradores se sintieran más alentados a seguir adelante teniendo a militares de apoyo. Cada nueva narración de la historia ha sido una repetición de la anterior, sin agregar alguna nueva investigación, por lo que, en palabras de un amigo historiador, “…estamos atrapados entre la leyenda y narrativa de la Fragua de Vulcano, el arribo de tres ́valientes militares venezolanos ́, el acta de la Independencia y las victorias y derrotas militares que se dieron con posterioridad a esto”. El vacío se ha prestado para la especulación. Como bien acierta Jorge Salvador Lara, historiador quiteño, se ha exagerado la participación de los venezolanos. (Salvador p152). Antepara asoma nuevamente en nuestros libros de historia en los primeros días de octubre de 1820, como organizador del evento en la casa de José Villamil. Él es el prócer olvidado, Destruge lo pone como ayudante de Villamil, cuando Antepara tuvo 19 años más que él y con experiencia revolucionaria en Venezuela, entre 1810 y 1812, cuando Villamil era un joven dedicado al comercio.
La historia de la Independencia de Guayaquil preferida es La Reseña de los Acontecimientos Políticos y Militares de la Provincia de Guayaquil de José Villamil. Se inicia con el 1 de octubre, 1820, en su casa. Señala que se encontraban en Guayaquil los oficiales Febres Cordero, Letamendi, Urdaneta y Escobedo: “…con la nota de inclinados a la revolución”. Omite fecha de arribo de ellos y qué hicieron antes del 1 de octubre. (Villamil, p7). Uno de los datos no mencionados es el contenido de las actas municipales de agosto a septiembre de 1820. En ellas, se jura la Constitución española que fue rechazada por Felipe VII en 1814 y en marzo de 1820 tuvo que jurar respetarla y hacerla cumplir por un levantamiento en España. Es una Constitución monarquista constitucional. Villamil y otros autores dan muy poco crédito a José Antepara, Francisco Roca y Luis Fernando Vivero. La citada obra daría la impresión de que la Revolución del 9 de octubre se debe esencialmente a José Villamil y León Febres Cordero.
Las palabras de Villamil pueden interpretarse de manera distinta. La primera vez que cita a Febres Cordero se refiere a que José Antepara presiona a Villamil para que invite a todos los oficiales militares extranjeros, apoyándose en que “…Cordero me ha dicho que nada podremos emprender sino contamos con los oficiales de Granaderos…”.
Villamil no quería invitarlos, pensaba que no asistirían. Si Villamil hubiera participado en reuniones previas con los oficiales extranjeros hubiese contestado a Antepara: “Febres Cordero está de acuerdo conmigo que debemos invitar a todos los oficiales Granaderos”. Villamil menciona pocas veces a Antepara, pero hace reflexionar. La primera vez, además de sugerir a Villamil invitar a todos los militares extranjeros, le dice: “…es absoluta necesidad reconciliarlos con tantos jóvenes comprometidos con la revolución”. (Villamil, p.8). Para Antepara es muy importante que todos estuvieran de acuerdo. Como militar que era, quería que entre los revolucionarios hubiera experiencia militar. Recuerda a Villamil que antes del 1 de octubre había un grupo de guayaquileños comprometidos con la independencia. Antepara usa el verbo reconciliar que de acuerdo al RAE significa volver a las amistades, o atraer y acordar los ánimos desunidos. ¿Qué había sucedido con esos jóvenes y los oficiales extranjeros? ¿Hubo conflicto entre ellos? Antepara no menciona quienes fueron.
El siguiente diálogo de Villamil con Antepara es decisivo. Le pregunta por qué quiere poner otra mesa y le responde: “No se meta usted en mis cosas, esta mesita se va a convertir en la fragua de Vulcano esta noche”. (Villamil, p9). Se ve a un Antepara con autoridad, seguro de sí mismo y el indicado para convencer a los revolucionarios de hacer realidad la Independencia. Debía ser así, tenía 19 años más que Villamil y lo superaba en experiencia militar y revolucionaria. ¿Qué quiso decir Antepara? ¿Qué él sería el organizador de la revolución? Los historiadores se refieren a Antepara como joven; tremenda equivocación. Cuando Villamil estaba dedicado al comercio en Guayaquil, Antepara peleaba junto a Miranda por la Independencia de Venezuela. Si entre los guayaquileños hubo un revolucionario con experiencia fue Antepara, se había probado como militar y además puesto en orden el pensamiento independentista de Francisco Miranda, en su libro La Emancipación Sudamericana. También participó en la toma de los cuarteles.
En noviembre de 1820 Antepara fue nombrado secretario de la Junta de Gobierno. Hernán Rodríguez Castelo coincide en acreditar a Antepara como quien ayudó a Olmedo a redactar el Reglamento Provisorio (Constitución de Guayaquil), por haber sido el secretario. (Castelo, p33) Sobre ese valioso documento, hay historiadores que afirman que Olmedo no escribió solo el Reglamento Provisorio. Osvaldo Albornoz, afirma que otro prócer de la Independencia, lo ayudó. Se refirió a Luis Fernando Vivero. Su argumento es que como miembro del Colegio Electoral debió haberlo ayudado. Pero hubo 57 diputados y lo que hizo ese ente jurídico fue aprobar el Reglamento como se encuentra en el original. No hay evidencia de que, entre ellos, se creó una comisión para la redacción. (Albornoz, p17). Lamentablemente el acta de aprobación del Reglamento no está en el departamento de documentos, de la Biblioteca Municipal. Villacrés Moscoso afirma que José Antepara lo ayudó pero no presenta ninguna prueba documental.(Villacrés, p11) Rodríguez y Villacrés mencionan a Antepara por haber sido el secretario de la Junta de Gobierno y por su gran experiencia adquirida con Francisco Miranda.
Con 51años de edad, se enlistó al ejército de Sucre en el largo camino al Pichincha, falleció en la batalla del segundo Huachi. Antepara fue el único prócer que murió en combate. En el periódico el Patriota de Guayaquil hay una reseña sobre él con motivo de su fallecimiento. Treshistoriadores ecuatorianos: dos guayaquileños, Abel Romeo Castillo y Jorge Villacrés Moscoso, y uno quiteño, Jorge Salvador Lara, admiten que la historia no ha sido justa con él. (Salvador, p109; Villacrés, p11y Castillo, p34).
Toda transformación sociopolítica tiene un proceso dividido en subprocesos y actividades. En cada uno participan varias personas. Por ejemplo, en la historia de la Independencia de los Estados Unidos, entre ideólogos, planificadores, organizadores y ejecutores, se encuentran Paine, Franklin, Madison, Hamilton, Jay, Jefferson y Washington. El proceso de la Independencia no fue obra de una o dos personas. Cada uno ocupó su espacio, no hubo confusión de roles. La Independencia de Guayaquil como otras fue un proceso en el que se podría asumir que entre los ideólogos estuvo Olmedo, el planificador pudo haber sido Antepara; los organizadores, Villamil, Antepara y Febres Cordero; los ejecutores. Los historiadores Abel Romero Castillo, Jorge Villacrés Moscoso y Jorge Salvador Lara consideran que Antepara fue pieza clave en nuestra Independencia. Hasta que se encuentre más evidencias, la historia no será completa, ni confiable.
Su participación en el 9 de octubre de 1820 parecería ser más importante que lo escrito en nuestros libros de historia. Antepara fue el único prócer de Guayaquil que falleció en batalla, en el segundo Huachi. Hay mucho por descubrir de este insigne guayaquileño.