Bolívar fracasó entre otras causas por su idealismo, tratar de crear un gran país con obstáculos casi imposibles de poder superar, comenzando por la inhóspita geografía entre países y dentro de ellos. Viajar de Guayaquil a Quito o de Quito a Bogotá tomaba semanas y el viajero arriesgaba la vida. Cuando Rocafuerte dejó Quito al terminar la presidencia, le tomó un mes (incluyendo descansos) llegar a Guayaquil a posesionarse como Gobernador. Una tabla de distancias de tiempos a caballo entre ciudades revela que de Popayán a Quito tomaba más de 112 horas. La geografía atemorizó a los representantes de Ecuador para asistir a todos los Congresos, situación que ocasionó perjuicios al país por haberse dictado leyes contrarias a los intereses ecuatorianos.