He decidido hacer una reflexión con nuestros lectores partiendo de una lectura de un libro que me obsequiaron mi hija y mis nietas en mi cumpleaños titulado “El libro definitivo de citas de Albert Einstein”, Plataforma Editorial, para quienes deseen adquirirlo (atendiendo los pedidos que me hicieron algunos lectores de que les informe sobre los libros que leo y reviso), es un excelente libro de Alice Calaprise, reconocida especialista en Albert Einstein.
Sin ninguna duda, Einstein es uno de los más brillantes cerebros de la humanidad y, como cualquier ser humano, en esta reflexión, espero que podamos aprender muchas cosas y superar muchas dudas. El orden de los temas es siguiendo los del libro.
Entre los primeros temas que trata es el del matrimonio. Einstein nos transmite lo que sus padres pensaban sobre el mismo, y que él al parecer, compartía.
Cito: “Mis padres creían que una esposa es un lujo para el hombre, que solo puede permitirse cuando tiene una posición acomodada. Tengo una mala opinión de esta visión de la relación entre el marido y la esposa, porque solo diferencia a la esposa de la prostituta en la medida en que la primera es capaz de asegurarse un contrato de por vida por parte del hombre, gracias a su clase social favorable. (Mileva Maric, 6 de agosto de 1900, véase The Love Letters, pag 23 CPAE, Vol 1, doc 70).
Mi reflexión, que comparto con los lectores para que saquen su propia conclusión.
Primera reflexión: “No puede generalizarse lo que puede ser cierto, como lo es, en algunos casos. Estos acuerdos no son exclusivos de las mujeres, los hombres también se casan por interés económico y otros.
Ahora, apreciado lector, haga su propia reflexión.
A continuación, vamos a reflexionar sobre la forma de pensar de este gran ser humano y extraordinario científico.
He seleccionado del libro el capítulo “Sobre la muerte”. En respuesta a una pregunta sobre qué hechos iban a determinar si su vida había sido un éxito o un fracaso, (12 noviembre, de 1930.Citado en Dukas y Hoffman, Albert Einstein, The Human Side, pag 92 Einstein archives 45 – 751).
Antes de darles la respuesta de Einstein, apreciado lector, les recuerdo que el propósito de mis escritos tiene la finalidad de que pensemos y reflexionemos, por ello el nombre de mi página web es “Pensar”.
La respuesta de Einstein fue: “Ni en mi lecho de muerte ni antes voy a plantearme esa pregunta. La naturaleza no es un ingeniero o un contratista y yo formo parte de la naturaleza”.
Reflexión sobre lo expuesto. Piensa sobre la humanidad: “Los niños no prestan atención a las experiencias vitales de sus padres y las naciones ignoran la historia. Las malas reacciones siempre se tienen que aprender de nuevo (Aforismo, 12 de octubre de 1923, Einstein Archives 36-589).
¿Por qué la gente habla de los grandes hombres en términos de nacionalidad? ¿Grandes alemanes, grandes ingleses? Goethe siempre protestó ante el hecho de que lo llamasen poeta alemán. Los grandes hombres son simplemente hombres y no se debe considerar desde el punto de vista de la nacionalidad, ni deben tener en cuenta el ambiente en el que crecieron “. (Citado en el New York Times, 18 de abril de 1926, 12:4). Aquí es cuando debemos reflexionar y hacernos una autocrítica.
La inteligencia no reconoce nacionalidades ni hace diferencias. La educación, la disciplina, la alimentación, el entorno de medios materiales e intelectuales y otros aspectos influyen en nuestros criterios y respuestas. También las culturas y visiones de cada país. Comparto una experiencia personal. Mi hijo estudió y se graduó de su carrera universitaria en Estados Unidos. Cuando volvió al Ecuador y buscó trabajo le dijeron en varios lugares que estaba sobre calificado y nadie le pagaría el sueldo que merecía, volvió a Estados Unidos y le va muy bien.
Otro problema es, como indiqué, los recursos académicos, prácticas y más en otros países desarrollados que de alguna manera enriquecen el respaldo al profesional por su origen y formación, según donde obtuvo su título. Lo anterior, por supuesto, no se puede generalizar a todas las profesiones, como ejemplo un músico, un pintor, un poeta, un deportista y más.
Le toca a usted pensar, apreciado lector.
Concluyo con el capítulo más importante: “Sobre la religión, Dios y la filosofía”. En respuesta a la pregunta: “¿Acepta al Jesús histórico?
Respondió: “Nadie puede leer los evangelios sin sentir la presencia real de Jesús. Su personalidad late en cada palabra. Ningún mito transmite tanta vida”. Afirmó que “la experiencia religiosa cósmica es la fuerza motriz más fuerte y noble detrás de la investigación científica”. “Si existe un Dios y la bondad en el universo, debe actuar y expresarse a través de nosotros. No podemos quedarnos al margen y dejar que Dios actúe”.
Le toca a cada lector hacer su reflexión.
Einstein no se pronunció, como otros soberbios científicos y en otras áreas que afirman que Dios no existe, para estos últimos, Dios es la nada, todo surgió de la nada.
Usted, apreciado lector, haga su análisis y saque sus conclusiones.