El actual Himno Nacional del Ecuador tuvo algunas modificaciones hasta su forma actual.
En 1830, poco después de crearse la República del Ecuador, el presidente Flores encargó al poeta guayaquileño José Joaquín de Olmedo la creación de la letra del himno. La obra de Olmedo, en su primera estrofa decía:
“Saludemos la aurora del día / para Quito la gloria inmortal, / en que osado Pichincha, el primero, / proclamó libertad, libertad.”.
No gustó a Flores, quien en 1838 compuso otro himno que solo fue del agrado de su esposa Mercedes Jijón quien ya tenía el mal gusto de haberlo esposado.
Así, hasta que el 15 de noviembre de 1865, Juan León Mera a petición del Senado, desempolvó sus complejos convirtiéndolos en letra del Himno Nacional, que el Congreso Nacional cometió su aceptación y aprobación unánime.
El texto fue enviado a Guayaquil donde vivía el músico y compositor Antonio Neumane, para que creara la melodía.
En 1869 el Congreso Nacional aprobó definitivamente el Himno Nacional del Ecuador, que fue declarado intangible en 1948 en la administración de Galo Plaza Lasso.
Pero como lo intangible dura en Ecuador menos de lo que canta un gallo y pica un pollo, el Consejo Supremo de Gobierno decretó el 11 de marzo de 1977 que se elimine del himno nacional cinco de las seis estrofas, quedando solo la segunda. El himno de Grecia tiene 158 estrofas, cuando terminan de cantarlo ya están dormidos, el de Japón cuatro líneas, en tres países no tienen letra.
La letra de nuestro himno nacional está llena de resentimientos injustos y de un odio ingrato a España, lea usted como la palabra yugo se repite cansina, españa es un monstruo sangriento, llena de fiereza, leon destrozado y fiero. La parte más desafortunada del himno es cuando dice: “Dios miró y aceptó el holocausto…”. Imagínense a un judío cantando esto ¿Cómo hace para meterle fervor patrio al texto?
Un himno es un canto poético que expresa sentimientos positivos, de alegría y celebración, el nuestro es huérfano de estas propiedades.
España trajo cortes de justicia, religión, cultura, lengua, una moneda universal, ciencia, tecnología, creo 28 universidades y más de 325 hospitales, caminos, catedrales, puertos. Todo eso nos unía. Cuando los criollos asumieron la autoridad, fragmentaron el territorio para sus nichos de poder y la obra pública desapareció.
La independencia de España fue un error, un fracaso en todos los aspectos, sean estos sociales, políticos, económicos. Desaparecida nuestra relación con la corona se perdió el orden, el respeto, comenzamos a devorarnos entre países recién formados, volvió el abuso indiscriminado contra los indios y esclavos, se expropiaron fortunas que fueron entregadas a los militares, los fusilamientos estaban a la orden.
Bolívar contribuyó a crear este sentimiento anti español. En junio de 1813 dictó un decreto ordenando matar a todos los realistas. Su espada no debe ser materia de exaltación.
Ningún instrumento de muerte debería serlo.
“A los Héroes de Agosto” poema escrito en 1812 como homenaje de don José Joaquín de Olmedo al saber del martirio del Dos de Agosto de 1810, dato que dejó referido el historiador Jorge Núñez Sánchez +.
Precisamente, se hallaba en Cádiz como representante de Guayaquil, nombrado por el Virreinato de Perú ante las Cortes de Cádiz .
Estudiando las letras de los dos poemas, «A los héroes» y el «Himno Nacional» (1865), se puede establecer:
1) Similitud del planeamiento general de la temática de los dos poemas del prócer Olmedo y del poeta Juan León Mera; y,
2) La siguiente frase: en la primera estrofa de la canción del guayaquileño: “Pichincha indignado del yugo”. En la canción nacional de don Juan León Mera y en el primer párrafo: «Indignados tus hijos del yugo».
Así mismo, palabras que constan en ambos ejemplares: libertad, paz, gloria, patria, Pichincha, noble, frente, león, Dios, sangre, tirano, héroes, cadenas, dando un total de 13 repetidas y 17 duplicadas no solo una vez sino en ocasiones hasta cinco, llamando la atención las múltiples similitudes.
Ya en 1835 existía en la Constitución de esa fecha, la protección de propiedad intelectual, si bien no como actualmente lo es, llevándonos a divagar sobre esta temática.
Fragmento de mi investigación sobre el particular. Gracias.
Regina Zambrano Reina.